Sin duda alguna el esquí es uno de los deportes que mejor conjuga el ejercicio físico con la posibilidad de disfrutar del medio ambiente.
La sensación de libertad que nos proporciona deslizarse por una pista a gran velocidad, en medio de un paraje natural, sintiendo el viento, el frío, la nieve… tiene pocas comparaciones.

El único inconveniente que presenta la práctica de este deporte es el riesgo de lesiones más o menos graves que conlleva. Desde las propias motivadas por la ejercicio en sí (torceduras, golpes, luxaciones, estiramientos…) hasta las provocadas por las condiciones meteorológicas extremas en las que este deporte se desarrolla.

Al realizarse este deporte en invierno, a gran altitud, con bajas temperaturas y en condiciones meteorológicas a menudo adversas (bajo la nieve, la ventisca o un intenso viento) conviene protegerse adecuadamente de las adversidades atmosféricas.

Se hace imprescindible tener nuestro cuerpo protegido de las bajas temperaturas, aumentada por la sensación térmica aún más baja que el viento o la humedad crean en la alta montaña.

Pero  también hay que considerar que los rayos de sol llegan con mayor intensidad al subir de altitud o que la superficie blanca de la nieve hace que los rayos reboten y su amenaza sea todavía mayor.

Las gafas de esqui en Mister Spex,  se convierten en este caso en una protección fundamental y su adecuada elección es una de las pautas que debe seguir un buen esquiador. Además, nos protegerán del impacto con ramas u otros obstáculos que podamos encontrar en nuestro camino.