¿La lluvia alivia o agrava las alergias? Nuevas investigaciones revelan efectos inesperados

¿La lluvia alivia o agrava las alergias? Es una cuestión que seguramente os habéis planteado en alguna ocasión cuando llega la primavera, fundamentalmente.

Aunque solemos asociar la lluvia con un alivio para las alergias, recientes estudios científicos indican que las precipitaciones pueden tener efectos contrapuestos en las personas alérgicas al polen y al polvo.

La lluvia: ¿limpiadora del aire o dispersora de alérgenos?

Tradicionalmente, se ha considerado que la lluvia limpia el aire de polen y otros alérgenos, proporcionando un respiro a quienes padecen alergias.

Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que las lluvias intensas pueden fragmentar los granos de polen en partículas más pequeñas que permanecen suspendidas en el aire durante horas, aumentando su capacidad de penetrar en las vías respiratorias y agravando los síntomas alérgicos.

Efectos variables según el tipo de polen

Un estudio publicado en Environmental Health Perspectives analizó cómo las precipitaciones afectan a diferentes tipos de polen.

Mientras que en general la lluvia reduce las concentraciones diarias de polen en el aire, en el caso de las gramíneas, las precipitaciones pueden correlacionarse con un aumento en la duración de la temporada de polen y en las concentraciones máximas.

Esto sugiere que, a largo plazo, las lluvias podrían intensificar la exposición al polen en ciertas regiones.

Humedad: aliada de mohos y ácaros

Además del polen, la lluvia incrementa la humedad ambiental, creando condiciones propicias para el crecimiento de moho y la proliferación de ácaros del polvo.

Estos alérgenos pueden agravar los síntomas en personas sensibles, especialmente en espacios interiores mal ventilados.

Recomendaciones para alérgicos en días lluviosos

  • Mantener las ventanas cerradas para evitar la entrada de alérgenos.
  • Utilizar deshumidificadores para controlar la humedad interior.
  • Limpiar regularmente las superficies para reducir la presencia de moho y ácaros.
  • Consultar con un especialista en alergias para establecer un plan de tratamiento adecuado.

En resumen, aunque la lluvia puede ofrecer un alivio temporal al reducir la cantidad de polen en el aire, también puede generar condiciones que exacerben las alergias, especialmente en personas con sensibilidad a partículas más pequeñas o a alérgenos como el moho y los ácaros.

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