Dos investigaciones revelan que la Tierra refleja menos luz, lo que supone un doble impacto en el calentamiento global
Dos investigaciones han revelado que la Tierra refleja menos luz en la actualidad que hace unas décadas, lo que implica un doble impacto (negativo) en el calentamiento global.
Se podría decir que nuestro planeta está perdiendo su brillo, puesto que estos trabajos científicos han descubierto que el albedo terrestre —la capacidad de nuestro planeta para reflejar la luz solar hacia el espacio— ha disminuido notablemente desde la segunda mitad del siglo XX.
Este fenómeno no solo es un síntoma del calentamiento que presenta la Tierra desde el siglo pasado, sino también un factor que lo intensifica, generando un círculo vicioso de efectos adversos para el clima global.
Un planeta más oscuro, un planeta más cálido
La cantidad de luz solar reflejada por la Tierra ha caído en un 0,5% desde finales del siglo pasado.
Esto significa que una menor proporción de la radiación solar es devuelta al espacio, lo que incrementa la cantidad de energía atrapada en la atmósfera.
Según los investigadores, la pérdida equivale a aproximadamente 0,5 vatios por metro cuadrado, una cifra que agrava significativamente el desequilibrio energético de la Tierra
¿Qué está provocando esta disminución?
La causa principal parece estar en la reducción de las nubes bajas sobre el Océano Pacífico, especialmente en regiones que desempeñan un papel crucial en el equilibrio térmico del planeta.
Estas nubes, que solían actuar como un espejo natural, han disminuido debido al calentamiento de las aguas superficiales. Este cambio reduce la reflectancia general del planeta, intensificando el calentamiento global y exacerbando sus consecuencias.
Adicionalmente, los científicos han señalado que el oscurecimiento de la Tierra podría estar relacionado con cambios en las partículas en suspensión y aerosoles en la atmósfera, causados tanto por fenómenos naturales como por la actividad humana.
La disminución de aerosoles contaminantes en ciertas áreas, aunque positiva en términos de salud, puede haber reducido la reflectancia atmosférica, sumándose al problema
Un círculo vicioso de impactos climáticos
El aumento de la energía solar retenida amplifica fenómenos como el derretimiento de los casquetes polares, el incremento del nivel del mar y la intensificación de los eventos meteorológicos extremos.
Además, se retroalimenta con el calentamiento global: temperaturas más altas reducen aún más las nubes y los hielos, disminuyendo aún más el albedo global.
La Tierra refleja menos luz: doble impacto en el calentamiento global
La solución a este problema requiere una acción coordinada para mitigar el cambio climático. Esto incluye reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, adoptar tecnologías limpias y proteger los ecosistemas que contribuyen al equilibrio energético de la Tierra.
Sin embargo, los científicos advierten que el tiempo apremia. Con cada año que pasa sin cambios significativos, la recuperación del sistema climático global se vuelve más difícil.
El albedo terrestre, un indicador clave del estado del clima, nos alerta de la urgencia de actuar antes de que el calentamiento global alcance niveles irreversibles
Referencias:
https://www.science.org/doi/10.1126/science.adq7280 https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1029/2021GL094888
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