Un nuevo trabajo de la NASA en conjunto con las Universidades de Miami y Maryland, han demostrado la capacidad del Sahara para fertilizar el suelo de la cuenca del Amazonas.
El trabajo, con imágenes y vídeos en 3D cuantifica la cantidad de polvo sahariano que cada año viaja desde África a América, gracias a los vientos dominantes en la zona tropical. Buena parte de la riqueza vegetal de la selva tropical depende de este flujo que propician año a año las condiciones meteorológicas en los trópicos.
22.000 toneladas de fósforo
El trabajo publicado en la revista científica Geophysical Research Letters, demuestra que anualmente llegan 22.000 toneladas de fósforo desde el Sahara a la cuenca del Amazonas, proporcionando una cantidad de nutrientes indispensable para la salud de la selva tropical.
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Buena parte del fósforo detectado en este viaje transoceánico procede de la depresión de Bodele (Chad), una zona cubierta antiguamente por un lago donde se acumulan rocas con gran cantidad de fósforo.
182 millones de toneladas de polvo
Cada año salen del Sahara 182 millones de toneladas de polvo, de las cuales el viento deposita en aquella parte de América 27,7 millones de toneladas. El resto se desprenden en el océano, otras partes de África y de Europa, especialmente meridional.
Un viaje a través de la zona de convergencia intertropical
La pluma de polvo sahariano partió de África impulsada por vientos alisios constantes e intensos, que llevan el polvo al continente americano en un canal paralelo al Ecuador aprovechando en muchas ocasiones el tránsito nuboso del ZCIT.
Habitualmente en primavera, estas oleadas de polvo del Sahara suelen llegar al Caribe mientras que conforme el calendario avanza, las advecciones saharianas arriban en la costa sudeste de Estados Unidos o en el Caribe.
Efectos sobre el clima y el ecosistema
Esta ingente cantidad de polvo en suspensión tiene sin duda alguna distintas consecuencias sobre el clima y el ecosistema del Atlántico y de las regiones americanas a las que llega.
Diferentes estudios de investigación en diferentes campos han constatado la importancia de la aparición de estos ríos de polvo en la atmósfera.
Nutrientes no solo para el Amazonas
Por ejemplo, el polvo africano que repone de nutrientes en cada oleada al suelo del Amazonas también nutre de minerales que aportan estas advecciones tiene para los cultivos de Florida.
Proliferación de algas tóxicas
Como efectos negativos, se ha constatado que el polvo sahariano al caer al océano favorece la proliferación de diferentes algas tóxicas en el Golfo de México y el Sur de Florida.
En nuestras costas provoca la aparición de mareas rojas y la salinización de los suelos del Sur de la Península Ibérica, de la costa mediterránea y Baleares. En esta entrada os hablábamos con detalle de las conclusiones a las que llegó la Red de Calidad del Aire de la Junta de Andalucía a este respecto.
El polvo sahariano como inhibidor de la formación de huracanes
En el clima, las advecciones de polvo sahariano, provocan un efecto inhibidor en la formación de huracanes en la cuenca tropical atlántica.
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Denominado como Estrato de Aire Sahariano (en inglés, Saharan Air Layer, SAL), estas masas de aire polvoriento, cálida y seca que se mueven a través del Atlántico, crean una barrera atmosférica inhibiendo la formación de convección más profunda verticalmente a través de la atmósfera en los sistemas tormentosos y, en este sentido, poniendo freno a la formación de huracanes.
La alta concentración de polvo sahariano en esa zona del Planeta, limita el desarrollo de los ciclones tropicales dentro de la Región de Desarrollo Principal, o RDP, que es la región «nido» donde se forman la mayoría de huracanes peligrosos.
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