08.07.10. Un tipo de nube rara y fascinante que se observa en muy pocas ocasiones es la nube noctilucente o nube polar mesosférica. En este caso, compartimos con vosotros una fotografía captada desde la órbita terrestre por la Estación Espacial Internacional el pasado 16 de junio de 2.010, cuando sobrevolaba la isla griega de Kos, en el Mar Egeo, cerca de la costa Suroeste de Turquía, en la medianoche hora local. Pinchar en la imagen para ver ampliada.

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Este tipo de nubes se forma en la parte superior de la estratosfera, en altitudes entre 76 y 85 Km, rozando los límites del espacio. Esa zona de la atmósfera, donde prácticamente no hay vapor de agua (la cantidad de agua allí es millones de veces inferior a la presente en la composición del aire existente en el Sáhara) se trata de la parte más fría de la envolvente terrestre, pudiendo descender la temperatura hasta los -125 ºC.

Pinchando en este enlace se puede ver la fotografía en tamaño mayor en el sitio web original de la ISS.
 
El aspecto de estas nubes es el de un velo de color azul eléctrico, tan finas que sólo resultan visibles en contraste con un cielo oscuro nocturno cuando el sol se ha puesto pero aún alcanza los confines superiores de la atmósfera. Estas condiciones tan específicas se suelen dar solamente por encima de los 50 º de latitud, hacia ambos polos de la Tierra, en lugares como Escandinavia, Siberia o Escocia aunque se ha documentado su avistamiento en latitudes medias como Estados Unidos (en Washington y Oregon) y hasta en Turquía e Irán.

Este sitio web nos muestra la fotografía en tierra de una nube noctilucente.

En el caso de la imagen captada en junio por la Estación Espacial Internacional, se dio la circunstancia de que la ISS orbitaba paralela a la dirección de la línea día-noche, sentido Noreste, dando la posibilidad de que los astronautas que hicieron la fotografía avistaran en el horizonte esas nubes noctulicientes, en tonos azules en la foto. Además, en la imagen se pueden observar nubes bajas en el horizonte en tonos amarillos y naranjas, mientras que la presencia de partículas de polvo y contaminación ascendiendo de la parte baja de la atmósfera, se iluminan en un blanco brillante. El sol se pierde en el punto más bajo, hacia el Norte.

No es la primera vez que la Estación Espacial Internacional capta nubes noctilucentes. Recientemente, el 22 de febrero de 2.010 fueron tomadas estas imágenes aunque en este caso, en el Hemisferio Sur.

La primera observación documentada de este tipo de nubes data de después de la erupción del Krakatoa, en Indonesia, en 1.883. Como sabemos, enormes cantidades de ceniza volcánica fueron arrojadas a la baja atmósfera por aquella extraordinaria explosión, lo que provocó que en los meses siguientes se sucedieran espectaculares salidas y puestas de sol las cuales fueron una especie de obsesión mundial.

Los científicos de la época asociaron ambos fenómenos rápidamente pero cuando pasado dos años del fin de la erupción empezaron a disminuir en belleza y frecuencia, pero en cambio, se empezaron a observar finos velos nubosos durante la noche, entendieron que dichas partículas habían llegado a los confines de la atmósfera y estaban siendo iluminadas por el sol ya oculto en tierra. Ese primer avistamiento oficial de nubes noctilucentes data de julio de 1.885 por Robert Leslie.