Las nubes noctilucentes han llegado este año antes a su cita en Europa. Desde mediados de mayo se están dejando ver en los cielos de los países más septentrionales del viejo continente.
Los científicos quieren analizar con detalle esta temporada pues hemos tenido uno de los inviernos más fríos de los que se tienen constancia en el Ártico, hasta tal punto, que provocó la aparición de un agujero en la capa de ozono en el Polo Norte, que ya desapareció.
Primeras nubes hacia el día 17 de mayo
Según la NASA, su nave espacial AIM (Aeronomy of Ice in the Mesosphere) operativa desde 2007, identificó las primeras nubes noctilucentes de la temporada sobre el Ártico el pasado 17 de mayo.
En las semanas siguientes se han visto más de estas nubes en zonas más meridionales, aunque de momento con una intensidad débil, como corresponde a estas fechas del año.
Para los investigadores de este proyecto, la razón por la que están tan expectantes este año es porque quieren descubrir cuáles son las causas del comienzo de la temporada y qué significa realmente con respecto a la imagen más amplia en la atmósfera.
Un año en el que venimos de un invierno anormalmente gélido en el Polo Norte.
¿Qué son las nubes noctilucentes?
La nube noctulicente también conocida por nube polar mesosférica, se consigue ver sólo durante la noche y en ciertas zonas de la Tierra.
Se forma en la parte superior de la estratosfera, en altitudes entre 76 y 85 Km, rozando los límites del espacio.
Esa zona de la atmósfera, donde prácticamente no hay vapor de agua (la cantidad de agua allí es millones de veces inferior a la presente en la composición del aire existente en el Sáhara) se trata de la parte más fría de la envolvente terrestre, pudiendo descender la temperatura hasta los –125 ºC.
Brillantes, nacaradas, azul eléctrico
Su aspecto es el de un velo de color azul eléctrico, tan finas que sólo resultan visibles en contraste con un cielo oscuro nocturno cuando el sol se ha puesto pero aún alcanza los confines superiores de la atmósfera.
Estas condiciones tan específicas se suelen dar solamente por encima de los 50 º de latitud, hacia ambos polos de la Tierra, en lugares como Escandinavia, Siberia o Escocia aunque se ha documentado su avistamiento en latitudes medias como Estados Unidos (en Washington y Oregon) y hasta en Turquía e Irán.
Incluso como os hemos comentado en alguna ocasión, este tipo de nubes han sido fotografiadas desde la Estación Espacial Internacional.
Su presencia ha aumentado en los últimos años
Según el estudio publicado en la revista Journal of Geophysical Research: Atmospheres para obtener estas conclusiones los científicos utilizaron los datos de temperatura obtenidos desde 2002 hasta 2011 por parte de la misión de la NASA Thermosphere Ionosphere Mesosphere Energetics and Dynamics (TIMED) así como los obtenidos por la misión y los datos de vapor de agua de la misión Aura de la NASA desde 2005 hasta 2011.
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