El oleaje aumentará en las próximas décadas como consecuencia del incremento de la temperatura global del Planeta.

Así lo afirma un estudio de investigación liderado por el Coordinated Ocean Wave Climate Project, que relaciona la magnitud del cambio de oleaje con el impacto que los gases de efecto invernadero provocan en la Tierra.

El oleaje aumentará al menos un 50 %

La principal conclusión que se desprende de este trabajo es que el aumento de la concentración de gases como el CO2, el metano o el N2O en nuestra atmósfera, no solo influyen en el aumento global de la temperatura del Planeta, sino que modifican las mareas y el oleaje de nuestros océanos.

Concretamente, el trabajo sugiere que el oleaje crecerá en al menos el 50% de las costas del mundo en caso de que las políticas de emisiones de gases de efecto invernadero continúen en la línea actual.

Quién ha realizado el estudio

Esta investigación ha sido llevada a cabo por 10 centros de trabajo bajo la iniciativa internacional Coordinated Ocean Wave Climate Project (COWCLIP).

Para la estimación de las proyecciones de cambio climático en el oleaje han trabajado dos investigadoras del grupo de Clima Marino y Cambio Climático del Instituto de Hidraúlica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria), Melisa Menéndez y Paula Camus.

Diferente incidencia por regiones

Desde esa Universidad indican que, aunque el cambio climático afecta a todo el planeta, el estudio pone de relieve las diferencias entre regiones.

Así, sobre los cambios en la altura de las olas, se espera un incremento positivo de la altura de la ola en al menos el 5% de las costas, todas ellas en el sur de Australia y en algunas zonas del Pacífico de América del Sur y Central y, por otro lado, una disminución en el 15% otras costas del mundo.

Las zonas que sufrirán disminuciones en la altura de sus olas serán el Atlántico Norte y algunas regiones del Pacífico Norte.

La investigación atribuye este fenómeno a un debilitamiento de los vientos del oeste en las latitudes medias del hemisferio norte, como consecuencia de una reducción del gradiente térmico debido a la amplificación ártica.