Calles anegadas en Oliva, 30 marzo 2014, fuente desconocida.

Oliva, Valencia, origen de las lluvias torrenciales 30 marzo 2014. El pasado domingo, la comarca de la Safor, en el sureste de la provincia de Valencia, se vio afectada por un breve y local pero intenso episodio de lluvias torrenciales, un tanto inesperado ¿Cuál fue su origen?

Esa imprevisibilidad, así como varias peticiones que hemos recibido, es lo que ha despertado nuestro interés en Cazatormentas.Net, para investigar el origen de este episodio, que se enmarca dentro de la evolución meteorológica que se viene siguiendo en nuestro foro de debate desde hace días.

Precipitaciones recogidas en la zona de interés en la jornada del 30 de marzo de 2014. Crédito: AEMET.

Gracias a la cuenta en la red social Twitter de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunidad Valenciana, se sabe que la mayor precipitación se recogió en una zona conocida como Racó del Duc, en un pluviómetro perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Se contabilizaron allí un total de 109 litros por metro cuadrado, 97 de ellos, recogidos entre las 7 y las 9 de la mañana, en una precipitación de carácter torrencial.

En Oliva, fueron un total de 38 litros pero, 34.8 entre las 10:30 y las 12 del mediodía.

Estos datos, junto con la figura superior, delatan el carácter local de estas lluvias torrenciales.

Origen de las lluvias torrenciales.

Es necesario destacar que Oliva ostenta un récord muy destacable de precipitación caída de forma torrencial: unos asombrosos 817 mm. en 24 horas, del 3 de noviembre de 1987.

Por lo tanto, y dada la posición geográfica dentro de la Península Ibérica de la comarca de la Safor, es una región susceptible de padecer los efectos de lluvias torrenciales originados por una interacción positiva entre inestabilidad atmosférica, orografía, y flujo de vientos húmedos de levante o sureste.

Esto da una pista de lo que ocurrió el pasado domingo, en el que la orografía de la comarca jugó un gran papel.

Análisis atmosférico del entorno sinóptico, 30 marzo 2014, 06 UTC. Crédito: eumetrain.

Esta figura muestra, sobre la imagen infrarroja y falso color RGB modo «masas de aire», el campo isobárico de superficie (trazo negro) y los vientos a 850 hPa (vectores verdes), a las 06 UTC del domingo.

Las isóbaras delatan la presencia de una baja presión poco profunda entre la Comunidad Valenciana y Baleares pero, lo realmente importante es la circulación ciclónica de los vientos que delata el campo de este parámetro a 850 hPa.

Este campo de vientos revela la presencia de una baja mesoescalar frente a las costas de Alicante, y que se ha destacado en la imagen con una «b» roja minúscula y, la circulación ciclónica alrededor, con flechas rojas.

Análisis atmosférico del entorno sinóptico, 30 marzo 2014, 06 UTC. Crédito: eumetrain.

Sustituyendo el campo isobárico de superficie por la humedad relativa a 700 hPa (trazo de color azul y valores en %), encontramos que esta circulación ciclónica alrededor de la baja mesoescalar impulsó humedad hacia la comarca de la Safor.

Agua Precipitable Total + Vientos a 850 hPa, 30 marzo 2014, 03 UTC.

Pero esta advección de humedad en torno a la baja mesoescalar se hace mucho más evidente con la figura superior, que muestra los flujos de viento a 850 hPa de forma mucho más gráfica y comprensible.

Además, añade el producto de Agua Precipitable Total, que con colores azulados, revela la presencia de valores apreciables y significativos, que delatan la alta capacidad para producir lluvia (eficiencia) que tendrían las tormentas formadas en ese entorno.

La combinación de una cierta inestabilidad atmosférica inherente a esta baja mesoescalar, junto con ese flujo húmedo forzado a dirigirse hacia la comarca de la Safor, y la orografía actuando como mecanismo de disparo, dio como resultado la formación de nubes de cierto desarrollo vertical, muy eficientes, y que descargaron esas cantidades de lluvia de forma muy rápida y localizada.

Imagen visible de alta resolución, con la célula que dio origen al episodio de lluvia torrencial.

La casualidad quiso que el Espectro Radiómetro de Imágenes de Resolución Moderada (MODIS) montado a bordo del satélite TERRA de la NASA, pudiese captar el momento en que había varias células activas en la zona.

No obstante, ha sido necesario modificar los niveles de contraste y brillo de la imagen para conseguir destacarlas en tonos más vivos, ya que se formaron embebidas en una extensísima capa de inocentes altocúmulos estratiformes asociados a la baja presión más amplia ocupando posiciones entre la Comunidad Valenciana y Baleares.

Se da la curiosidad de que, al menos según los datos de actividad eléctrica (rayos) del portal Blitzortung, estas células no llegaron a generar rayos nube-tierra (que no quiere decir que sí generara relámpagos intranube). Y, además de ser pequeñas, fueron células convectivas muy eficientes.

Por lo tanto, fue la formación de esa pequeña baja mesoescalar la que dio inicio al inesperado aguacero.


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