El volcán Tungurahua (en Ecuador) entró en una violenta erupción días atrás, provocando una colosal nube visible desde centenares de kilómetros de distancia. Las redes sociales se copan estos días de fotos del fenómeno.
El enorme pirocúmulo formado sobre el cono volcánico, es una clara muestra de cómo los procesos de convección atmosférica, que se desencadenan de forma habitual en distintas situaciones meteorológicas, pueden ser forzados por otras razones artificiales o naturales en nuestro planeta.
¿Qué son los pirocúmulos?
Un pirocúmulo es un tipo de nube de desarrollo vertical, de tipo cumuliforme, que se considera una variante de los cúmulos. Se puede generar en el seno de un incendio forestal, agrícola o industrial… Es decir, se podría decir que se trata de una nube forzada por algún tipo de evento natural o artificial.
Pero son las erupciones volcánicas, capaces de lanzar a la atmósfera una mayor cantidad de energía, los eventos que provocan este tipo de nubes más desarrolladas y espectaculares.
¿Cómo se generan los pirocúmulos?
El intenso calor producido en el cono volcánico, desprende humo a una elevada temperatura que al encontrarse más caliente que el aire que lo rodea, sufre un fuerte ascenso al pesar menos que el aire (más frío) que hay en su entorno.
Además, este humo cuenta con humedad proveniente del vapor de agua generado en los procesos asociados a la combustión. Si la humedad relativa en el seno de la columna de humo es suficiente, esas turbulencias de aire ascendente terminan condensándose y formando la nube.
De esta forma, no solo resultan visibles por la enorme cantidad de cenizas que albergan, sino por el vapor de agua que se condensa como si una nube no forzada se tratase.
Su aspecto visual es similar al de los cúmulos, salvo que la base de la nube no es plana, pero de igual manera con topes verticales a distintos niveles con formas de coliflor.
Otra característica, es que los cúmulos naturales suelen ser tener las cimas de color blanco brillante, mientras que los pirocúmulos se observan grisáceos, debido a la ceniza volcánica.
¿Por qué se les llama pirocúmulos?
Aunque su nombre no está recogido de forma oficial por la OMM, esta denominación es de uso común y recibe dicha denominación porque es el fuego (pyros, en griego) el causante de las corrientes ascendentes y del vapor de agua que se combinan en la creación de la nube.
Los pirocumulonimbus
Cuando adquieren un desarrollo suficiente como para generar una tormenta eléctrica, pasan a llamarse pirocumulonimbus, ‘hermanos’ de los Cumulonimbus o nubes de tormenta que se forman de manera no forzada en la naturaleza.
Hace unas semanas, os mostrábamos un ejemplo de un pirocumulonimbo en el volcán chileno Puyehue.
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