Una investigación revela una relación entre el polen y las precipitaciones
Un estudio de investigación ha demostrado que el aumento de la concentración de polen en la atmósfera, incrementa el volumen de las precipitaciones.
De forma resumida, al elevarse los niveles de los distintos de pólenes que las plantas dejan en el aire, y dichas concentraciones subir a las capas altas de la atmósfera, facilitan la formación de hielo en las nubes y con ello, la posibilidad de que se generen lluvias.
Más polen, más precipitaciones
El trabajo destaca que el polen actúa como un núcleo de hielo, dado que favorece que la congelación se produzca a una temperatura mayor en las nubes.
Concretamente, los investigadores afirman que sin estas partículas nucleadoras de hielo (INP), el agua en las nubes solo se congelaría a temperaturas inferiores a -38 ºC.
Aunque en una escala global, el efecto del polen en la formación de hielo es relativamente pequeño en comparación, con el efecto que tiene el polvo en la atmósfera, sí significativo tanto a escala regional (en áreas muy propensas a la aparición de pólenes) y estacional, sobre todo en primavera.
Un factor regional y estacional
Como bien es sabido, debido al ciclo vegetativo, durante la primavera, el polen se libera en grandes cantidades. Estas micropartículas ascienden a la atmósfera y penetran en las capas de aire frío, donde se forman las nubes.
Eso sí, hay que tener en cuenta que, debido a su tamaño, el polen permanece en la atmósfera durante poco tiempo. Por ello, el trabajo de investigación destaca la importancia de los fragmentos de polen más pequeños que circulan en la atmósfera, que se producen cuando el polen se rompe en condiciones de mayor humedad relativa en el aire.
Y es que dichas partículas más pequeñas son capaces de permanecer en el aire durante más tiempo y, si están presentes en cantidades suficientes, pueden entrar en las capas atmosféricas frías, donde desencadenan la formación de hielo.
Influencia del cambio climático
El trabajo también ha estudiado la posible influencia del cambio climático antropogénico en este proceso.
Puesto que en las últimas décadas está cambiando el inicio de la temporada de polen, alargándola y aumentando las concentraciones de polen en el aire, y es de que estas tendencias se intensifiquen a finales de siglo, se presumen que deberían producirse, donde se cumplan estas condiciones, precipitaciones más frecuentes e intensas.
La biodiversidad del polen y su influencia en las precipitaciones
No todas las plantas producen la misma cantidad de polen y con el mismo tamaño.
Por ejemplo, muchas especies de plantas liberan grandes cantidades de polen al mismo tiempo cada primavera, lo que afecta a la formación de nubes y a la cantidad de partículas de hielo en la atmósfera.
Pero estas interacciones requerirán por parte de la comunidad científica más investigación para comprender mejor el papel del polen en la evolución del clima e incorporarlo a futuros modelos climáticos.
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