Imagen de alta resolución del satélite TERRA y sensor MODIS, 01.02.10
 
02.02.10. La impresionante imagen que podemos ver arriba está tomada por el satélite meteorológico TERRA y su sensor MODIS, en el día de ayer. En ella podemos observar el mesovórtice convectivo que está activo desde el día 31 de enero, y que se formó en el seno de una borrasca fría aislada que quedó separada de la circulación general del oeste durante los últimos días de enero (sigue).

 
Pues bien, hemos asistido a otro caso más, y son frecuentes en estos últimos años, ya no sabríamos decir si porque estamos más pendientes que antes a partir de la temporada de huracanes del Atlántico Norte de 2005, con el caso del VINCE, o si es cierto que el Atlántico Oriental se está convirtiendo en cuna de estos fenómenos atmosféricos tan particulares.
 
El caso es que el debate continúa, porque parte de la comunidad de aficionados  a la Meteorología no se explica que estos sistemas ni siquiera sean etiquetados como INVEST por las agencias oficiales que se encargan de la vigilancia de formación y desarrollo de ciclones tropicales o subtropicales en el Atlántico Norte. Sin embargo, otras perturbaciones atmosféricas menos organizadas, pero que se forman en otras áreas más propias, como la Región de Desarrollo Principal (RPD) justo por encima de la línea del Ecuador, o el entorno del Caribe, sí que se ponen bajo seguimiento. Son cosas que no se terminan de comprender. Sí, estamos de acuerdo en que la comunidad de aficionados no arriesga nada dando su particular opinión sobre si el sistema en cuestión tiene características sub/tropicales o no, como arriesgaría una organización oficial si lo dijera, pero tampoco se cree que hacer un seguimiento sobre ellos sea motivo de pánico en poblaciones que pudieran verse afectadas, ni sería motivo de burla en caso de tratarse de un espejismo. En cualquier caso, se demanda un reconocimiento y un seguimiento sobre este tipo de perturbaciones, que de ningún modo se corresponden con borrascas normales y corrientes, o con sistemas tormentosos en esa línea. Además, se mejoraría la información sobre ellos.
 
En la sección didáctica de esta web hay archivado un artículo que destaca la importancia del Atlántico Nororiental como cuna de ciclones tropicales.
 
En este nuevo caso, y antes de que se formara esta curiosa pero ya conocida estructura (experiencia de "hermanos" anteriores, como los citados en el enlace arriba), la enorme comunidad de aficionados/apasionados a la Meteorología de las Islas Canarias, ya habían dado nombre a esta borrasca: CANDELARIA. En honor a este 2 de febrero, día de Nuestra Señora de la Candelaria, y al final, con este nombre se va a quedar dentro de la comunidad forera, esperemos que no sólo del foro de Cazatormentas, sino del resto de aficionados. Y, por qué no, podría ser el nombre oficial que identificara a esta perturbación, en honor a todos los foreros que desinteresadamente han puesto su granito de arena en un hilo de seguimiento que supuso un récord de visitas para esta web, con casi 38.000 visitas.
 
Incluso el meteorólogo americano, Dr. Jeff Masters, se refirió a ella en su blog en Wunderground, calificándola como un híbrido, y mencionando que tenía vientos sostenidos con fuerza cercana a la de tormenta tropical. Ya no sólo la evidencia de su aspecto visto desde el satélite, muy parecido al de otras depresiones tropicales/tormentas tropicales que sí han recibido nombre y atención, sino también por la anomalía cálida positiva a 850 hPa a pesar de que no fuese profunda mostrada en los mapas de isotermas a ese nivel, o por los diagramas de fase. Sea como sea, un fenómeno muy interesante.
 
Los aficionados a la Meteorología no arriesgamos tanto como una organzación oficial, y por eso seguiremos con los ojos bien abiertos, vigilando borrascas que se aislen de la circulación general, que bajen de latitud hacia aguas más cálidas, y que estén generando importante convección en la mayor parte de su área de influencia. Éstas son las más susceptibles de engendrar entes ciclónicos como el que de nuevo hemos podido observar.