Un grupo de científicos realiza un excepcional registro termométrico desde 1781

Un grupo de científicos ha realizado un excepcional registro termométrico desde 1781, aportando un nuevo conjunto de datos que amplía y afina la visión de la temperatura global desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad.
La reconstrucción de la temperatura media del planeta es una de las bases sobre las que se apoya la ciencia del clima.
En este contexto, la publicación de este registro termométrico supone un avance notable para comprender cómo ha evolucionado el sistema climático desde los inicios de la era instrumental.
Este nuevo trabajo científico amplía de forma significativa la perspectiva temporal disponible y mejora la coherencia entre observaciones terrestres y oceánicas.
Un hito para entender la evolución térmica del planeta
Hasta ahora, muchos análisis comenzaban a mediados del siglo XIX.
Sin embargo, este registro termométrico retrocede varias décadas más, permitiendo estudiar con mayor detalle el periodo previo a la industrialización y establecer comparaciones más sólidas con el calentamiento observado en la era moderna.

Observaciones instrumentales más allá del siglo XIX
Uno de los aspectos más destacados del estudio es el uso de observaciones directas, tanto en tierra como sobre los océanos, desde finales del siglo XVIII.
En lugar de limitarse a la temperatura superficial del mar, el nuevo conjunto de datos incorpora la temperatura del aire cercana a la superficie oceánica, una variable más homogénea con la medida en continentes.
Este enfoque refuerza la consistencia global de dicho registro termométrico, al reducir discontinuidades metodológicas entre regiones.
Además, la cobertura espacial aumenta progresivamente con el tiempo, reflejando la expansión de redes de observación meteorológica a lo largo de los siglos.

Corrección de sesgos y mejoras metodológicas
Las mediciones antiguas presentan retos bien conocidos: instrumentos expuestos de forma distinta, horarios de lectura variables o cambios en los emplazamientos de las estaciones.
El estudio aborda estas limitaciones mediante ajustes estadísticos cuidadosamente documentados, destinados a minimizar sesgos sin alterar la señal climática real.
Gracias a estas correcciones, el registro termométrico ofrece una evolución más fiable de la temperatura global, especialmente en los periodos tempranos.
Esto resulta clave para evaluar la magnitud del calentamiento reciente en relación con la variabilidad natural previa.

Un contexto más amplio para el calentamiento moderno
La extensión del registro hasta el siglo XVIII permite observar cómo las temperaturas se mantuvieron relativamente estables durante décadas, antes de iniciar una tendencia ascendente clara coincidiendo con el aumento sostenido de las emisiones de gases de efecto invernadero.

El contraste entre los valores preindustriales y los actuales refuerza la excepcionalidad del calentamiento contemporáneo.
Desde una perspectiva climática, este registro termométrico aporta un marco temporal más robusto para analizar extremos térmicos, tasas de calentamiento y diferencias regionales.
También resulta especialmente útil para validar modelos climáticos que simulan la transición desde un clima dominado por forzamientos naturales hacia otro claramente influido por la actividad humana.
Relevancia científica y divulgativa
Más allá del ámbito académico, disponer de un registro termométrico sólido y bien documentado ayuda a mejorar la comunicación del cambio climático.
Ampliar la mirada histórica permite explicar con mayor claridad por qué las temperaturas actuales no tienen precedentes en la era instrumental y por qué la tendencia observada en las últimas décadas destaca sobre el fondo climático de los siglos anteriores.
Este tipo de estudios refuerza el papel de los datos como eje central del conocimiento climático moderno y ofrece nuevas herramientas para seguir analizando la evolución térmica del planeta con una perspectiva de largo plazo.



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