Un tipo de súper–rayo, extremadamente poderoso, intenso, se ha constatado que tiene lugar en los mares y océanos (incluido el Mediterráneo), con mayor frecuencia, en noviembre y febrero.
Según demuestra un estudio científico realizado por la Universidad de Washington, estos superbolts son capaces de liberar una energía eléctrica de 1 millón de julios en cada descarga y muestran un patrón diferente de generación y propagación al de los rayos normales.
Grandes desconocidos
Estas descargas eléctricas tan intensas cuentan con un modo de génesis y desarrollo aún no comprendido por los científicos, quiénes sí han podido medir la intensidad de sus descargas y la ubicación más habitual de sus impactos en el Planeta.
El mapa muestra que son más abundantes en aguas de los océanos durante los meses de noviembre y febrero.
Cómo se analizó la atmósfera
En el estudio publicado en el Journal of Geophysical Research: Atmospheres, se han utilizado alrededor de 100 estaciones de detección de rayos en todo el mundo, desde la Antártida al Ártico.
Los investigadores han tenido la oportunidad de comprobar la localización e intensidad de cada rayo con tres o más estaciones diferentes, un aspecto que le otorga una gran fiabilidad al trabajo.
2.000 millones de rayos
La red ha recopilado datos desde finales de los 2000, analizando los datos de 2.000 millones de rayos registrados especialmente entre 2010 y 2018.
De ese conjunto de rayos observados, alrededor de 8.000 (cuatro millonésimas de porcentaje, o uno de cada 250.000 descargas) fueron súper–rayos confirmados.
También en el Mediterráneo
El estudio indica que estos superbolts son más comunes en el Mar Mediterráneo, el noreste del Atlántico y sobre los Andes, y en menor medida al este de Japón, en los océanos tropicales y en la punta de Sudáfrica.
A diferencia de los rayos normales, los súper-rayos tienden a golpear sobre el agua.
Mientras el 90 % de los rayos caen sobre tierra, estos superbolts se dan principalmente sobre la costa. De hecho, en el noreste del Océano Atlántico se pueden ver las costas de España e Inglaterra bien delineadas en los mapas de distribución de superbolts.
Para los investigadores era conocido que la energía de golpe promedio sobre el agua es mayor que la energía de golpe promedio sobre la tierra, pero eso ocurre para los niveles de energía típicos. No esperaban esta exagerada diferencia con esta nueva clase de rayos.
Distribución espacial-temporal
Su distribución espacial y temporal es una incógnita: algunos años tienen muchos más superbolts que otros: finales de 2013 fue un máximo histórico y finales de 2014 fue el siguiente más alto, y otros años tuvieron muchos menos eventos.
El estudio sugiere que podría estar relacionado con las manchas solares o por los rayos cósmicos, pero de momento es una hipótesis.
Quizás habría que analizar la correlacion con algún tipo de lluvia de estrellas fugaces que se den en esas fechas, por si puede actuar de disparadero de estos super rayos.
Y ver si en los años en lo que esas lluvias tuvieron más intensidad se corresponden con los años de los máximos mencionados en el texto.
Ahí lo dejo. Saludos y enhorabuena por estas interesantes entradas