Precipitación acumulada prevista por IFS para la semana del 24 al 30 de septiembre 2018

El tiempo en los próximos días vendrá marcado por la estabilidad y el calor en la mayor parte de España, pero no cabe duda de que el acortamiento de los días y el enfriamiento de la atmósfera en el Hemisferio Norte va provocando cambios a nivel general en la circulación atmosférica.

Nuestro amigo Mario Fernández nos vuelve a deleitar con un extenso y didáctico análisis sinóptico sobre la situación meteorológica actual y venidera, en especial acerca del comportamiento del Chorro Polar en las próximas jornadas. Ojo también a las lluvias que se esperan a mitad de semana en áreas de las regiones mediterráneas.

Tres notas marcan la situación actual

Comienza hoy el otoño astronómico y lo estrenamos con una atmósfera muy estable y temperaturas veraniegas en líneas generales.

Varias son las notas distintivas a nivel sinóptico que caracterizarán al devenir atmosférico en los próximos días: la principal es la formación de un anticiclón a todos los niveles que tenderá a migrar hacia latitudes más altas, dejando al territorio peninsular en su flanco meridional y con un dominio laxo del mismo a niveles medios y altos.

Una segunda nota es la retirada del Chorro Polar hacia latitudes muy altas predominando en la Península una situación no demasiado definida en altura y a merced de circulaciones subtropicales.

Una tercera es la formación de una baja, también de bloqueo, hacia el suroeste de las Azores. Dicha baja ha tenido un origen baroclino, es decir, se ha formado por interacción del Chorro Polar.

Su larga permanencia en aguas oceánicas, en una zona fronteriza entre anomalías cálidas y frías permitirá su transición subtropical:

Análisis sinóptico de la situación actual

Para entender todo esto mejor, echemos un vistazo a los niveles medios y altos a día de hoy 23 de septiembre de 2018  (12:00 UTC):

A niveles altos tenemos un Chorro Polar que circularía un poco más al norte del paralelo 50º con dos máximos de viento: uno atravesaría la Costa Este de EEUU y otro máximo al sur de las islas Británicas.

Entre ambos máximos de viento se intercala una dorsal que afectaría, principalmente a Groenlandia.

De forma aproximada, al sur más o menos del paralelo 45º, en el nivel de los 300 hPa y en el Atlántico pueden observarse varias circulaciones cerradas: una alta unas pocas millas al este de la Costa Este americana, una baja al suroeste del archipiélago de las Azores y cuyo origen ya hemos discutido, una baja al oeste peninsular y sobre la vertical mismo de nuestra Península un anticiclón.

A nivel de superficie se ha formado ya un potente anticiclón al oeste de Irlanda y también se observa la baja al suroeste de las Azores y otra baja mucho más potente y de origen baroclino sobre el suroeste de Groenlandia.

En nuestra Península quién tenga un barómetro y siga sus oscilaciones se habrá dado cuenta ya que la presión ha subido (ahora mismo en mi ubicación tengo casi 1025 hPa).

Dinámica otoñal

Este detalle de la subida de la presión hasta situarse en cotas más altas de las normales para lo que suele ser el verano nos indica ya que la atmósfera ha entrado ya en una dinámica más otoñal aunque asunto distinto es que esto se traduzca en algo más que sol y moscas a nivel peninsular.

Observamos también como las isobaras se curvan de forma ciclónica hacia el extremo suroccidental peninsular formando un seno de bajas presiones de origen, como no térmico.

Es este un elemento sinóptico veraniego que aún se niega a abandonarnos y, especialmente, dadas las condiciones térmicas que reinarán hoy y mañana.

En la formación del potente anticiclón han intervenido dos hechos: el primero es que el cinturón de altas presiones en altura se ha internado en el continente africano sin grandes problemas formando un extensísimo anticiclón:

Hay que seguir el recorrido de la isohipsa de cota 588 dam dinámicos internándose formando una vaguada hacia Libia y, posteriormente, dicha isohipsa contornea África por su mitad, un poco al norte de la línea ecuatorial, saliendo después por el Atlántico y volviendo al norte por el Atlántico medio para contornear el norte peninsular y, volver en forma de vaguada a Libia.

Dentro de esa enorme área de alta presión se han aislado dos anticlones en altura: uno entre Egipto y la Península Arábiga y otro sobre la misma vertical peninsular.

Largo recorrido, pues, del flujo sinóptico a 500 hPa que en su retorno hacia el norte de la isohipsa 588 esta adquiere curvatura anticiclónica por la fuerza de Coriolis que desvía hacia la derecha, en el hemisferio norte, una corriente procedente del sur y que viaja hacia latitudes más altas.

Otro factor coadyuvante para que se forme el potente anticiclón al oeste de Irlanda es la advección de espesores mayores hacia estas altas latitudes:

Viento térmico

El espesor de un estrato es función inversa de la temperatura virtual.

Solamente decir que la temperatura virtual es algo mayor que la temperatura sensible, la que se mide con un termómetro, ya que incorpora también el contenido de humedad.

Esto traducido en nuestro caso implica que la advección de espesores mayores se traduce en masas de aire cálidas pero también húmedas (no olvidemos que la iso 588 dam recorre el centro de África y regresa por el Atlántico hacia latitudes más altas).

Dichas masas de aire cálido y húmedo «alimentan» al anticiclón potenciándolo especialmente a niveles medios y haciendo que suba tanto la presión a nivel de superficie.

Los mapas de espesores también se asocian con el concepto de «viento térmico» que fue tan caro para los meteorólogos sinópticos de mediados del siglo pasado.

Si ya nos centramos en los análisis previstos para mañana, observamos lo siguiente:

Chorro desplazado muy al Norte

A niveles altos el Chorro se inflexiona formando una vaguada planetaria al sur de Terranova-Labrador con máximo de viento que se propaga hacia el oeste y forma una dorsal hacia el sur de Islandia.

Se produce una fuerte área de convergencia en altura hacia el sur de Groenlandia que hace que las isohipsas se curven de forma anticiclónica hacia el norte de las islas Británicas y alcanzando el anticiclón, un poco más al sur, su cota de 1040 hPa.

Algo más al sur del paralelo 40º persisten las circulaciones cerradas en el Atlántico con el anticiclón en altura sobre el oeste peninsular, si bien, menos extendido que hoy.

Inestabilidad en el Mediterráneo

En la Península el flujo es de clara componente este persistiendo el seno de bajas presiones hacia el suroeste peninsular.

Será ya de cara al martes cuando la atmósfera dé ya algunos síntomas de inestabilidad hacia el sudeste y la fachada mediterránea:

Si nos fijamos, en el nivel de los 300 hPa, nos percatamos que el anticiclón en altura comienza a debilitarse por el este ondulándose la isohipsa de cota 960 dam dinámicos hacia el nordeste peninsular.

Entretanto, el potente anticiclón ha completado su proceso de «oclusión» y tenderá a derivar un poco hacia el este.

A nivel peninsular se dibuja un seno de bajas presiones( puede que dicho seno se cerrase formando una baja térmica) propiciando una entrada de flujo de componente este.

Esto propiciará que puedan darse precipitaciones, en principio débiles, hacia el sudeste peninsular principalmente:

A niveles altos se observa también como la baja ubicada al suroeste de las Azores se refuerza en su nueva interacción con una vaguada polar.

El engranaje de las bajas presiones

Llegados a este punto me gustaría hacer una salvedad más conceptual que otra cosa.

Tendemos a «pensar» o, mejor, a imaginar, que cosas tales como bajas en altura, altas en altura, dorsales y vaguadas son «cosas sólidas».

Esa impresión, además, viene reforzada porque en los distintos análisis previstos que se consultan, dichas «cosas» aparecen sólidamente delimitadas por sus distintos contorneos de isohipsas o isobaras.

Al final la mente, más por vicio y por su apego a la «solidez», se suele hacer una idea equivocada acerca de todo esto.

Nada más lejos de la realidad. Una baja o un alta es un simple engranaje que organiza circulaciones. Esos engranajes suelen tener sub-engranajes y sub-engranajes.

Al final todo se reduce a la famosa frase que alguien enunció una vez: «La atmósfera es un gran remolino donde dentro de este hay otro y dentro de este otro, otro y así hasta el infinito«

Dicho de otra forma, una DANA es un gran remolino donde pueden darse muchos más, donde se dan circulaciones secundarias con circulaciones terciarias dentro.

Cualquiera que ha visto una imagen del canal vapor de agua puede percatarse inmediatamente de esto: no son pocos casos a los que una baja en altura, en su proceso de degradación, le nacen o la pululan «bajas satélites».

Esto de las circulaciones secundarias y hasta terciarias, y más sin tener un análisis de partida para inicializar un modelo todo lo ajustado que se desearía, es fuente de errores en el pronóstico una y otra vez.

No hacen falta avionetas ni yoduro de plata para que en una situación propicia a niveles altos no termine lloviendo en una zona donde se pronosticó a priori que lo haría.

La atmósfera y su complicado juego de circulaciones se sobran y se bastan para dar o quitar.

A lo mejor estas consideraciones ayudan un poco a derruir la solidez de ciertos sistemas aunque dicha «solidez» tratándose de fluidos, por supuesto, no hay que tomársela nada en serio.

Evolución probable a partir del miércoles

Vayamos ahora a lo que pueda deparar a partir del miércoles la situación y recurriremos, como siempre, a las salidas probabilistas del modelo del Centro Europeo:

El miércoles, a 72 horas vista, puede uno percatarse de la pequeña joroba que le ha salido al anticiclón en altura en su flanco oriental y sobre el territorio peninsular.

La situación goza de muy buena predicibilidad con un Chorro Polar demasiado al norte. A nivel de superficie, entrada de flujo del sudeste:

Y un anticiclón, además, ya internado en el continente. Si hemos de creer al modelo europeo, de cara al miércoles, se inicializaría convección en amplias zonas del este y el centro peninsulares:

Y aquí podría pararme siendo estrictamente ortodoxo… A plazos más largos, el modelo europeo apuesta por el mantenimiento y un nuevo reforzamiento de las altas presiones hacia las Británicas:

Esto nos volvería a dejar el flanco meridional abierto para que se colasen embolsamientos fríos y bajas a niveles altos de mediano o reducido tamaño.

GFS, en su salida más reciente, también apunta en la dirección antes dicha:

Mucha tela aún por cortar y en consonancia con una dinámica típicamente otoñal con un Chorro Polar un tanto fuera de juego, una baja hacia el suroeste de Azores de las que se desconocen sus repercusiones.

Un predominio de las circulaciones subtropicales con su complicado juego de perturbaaciones a niveles altos y los patrones de altas de bloqueo que ya empiezan a aparecer y que podrían mostrar cierta persistencia a medio plazo.