La erupción del Tonga tendrá efectos en la atmósfera durante al menos 5 años a causa del vapor de agua expulsado

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La ingente cantidad de vapor de agua expulsada por el Tonga a la atmósfera afectará al clima de la Tierra los próximos 5 años.

El pasado 15 de enero de 2022 una explosión fue sentida en muchas partes del planeta de forma directa o indirecta.

Tanto el pirocúmulo como el tsunami formados a consecuencia de la explosión, o extraordinaria onda expansiva masiva formada que recorrió el mundo rapidísimamente, llenaron páginas de la actualidad esos días.

Ahora, la noticia está en la investigación acerca de sus consecuencias en el clima.

La erupción del Tonga afectará a la atmósfera 5 años

Aquella explosión tuvo otra consecuencia importante: el volcán lanzó a la atmósfera 146.000 millones de litros de vapor de agua.

Una cantidad de H2O que se distribuyó por muchas capas de la atmósfera, incluso las más altas. Y recordemos que el agua es un gas de efecto invernadero.

¿Efecto? Un calentamiento adicional de la superficie de la Tierra como consecuencia de esa inducción a no dejar escapar el calor de las capas bajas de la atmósfera.

El 10 % del agua ya presente en la atmósfera

Para entender la magnitud de la cantidad de agua enviada a la atmósfera, los investigadores nos dicen que la erupción volcánica expulsó a la estratosfera una el vapor de agua equivalente al 10 % de la ya presente.

Es decir, es casi cuatro veces la cantidad de vapor de agua que los científicos estiman que la erupción del Monte Pinatubo en Filipinas de 1991 elevó a la estratosfera.

No es nada habitual que los volcanes envíen tanto vapor de agua en la estratosfera, a donde sí pueden llegar otros gases de efecto invernadero o de otro tipo con diferentes consecuencias para el clima del planeta.

Efectos del vapor de agua del Tonga, también en el ozono

Para los investigadores, este vapor de agua extra podría influir en la química atmosférica de la Tierra, potenciando ciertas reacciones químicas que podrían empeorar temporalmente el estado de la capa de ozono.

Si echamos la vista atrás, a erupciones volcánicas masivas históricas y comparables en importancia, como las del Krakatoa y el Monte Pinatubo, suelen enfriar la superficie de la Tierra.

La expulsión de gases, polvo y cenizas que reflejan la luz solar hacia el espacio frenan la radiación incidente y atenúan la temperatura global.

En cambio, el volcán Tonga no inyectó grandes cantidades de aerosoles en la estratosfera, pero sí enormes cantidades de vapor de agua, un velo que servirá para incrementar el efecto invernadero que causan otros gases ya presentes en nuestra atmósfera.