Se detectan más tormentas destructivas en el Amazonas
Un reciente estudio de investigación ha detectado un aumento de las tormentas convectivas destructivas en el Amazonas.
Cuando los cumulonimbos alcanzan una gran envergadura, son capaces de generar corrientes de vientos descendentes de gran intensidad que resultan devastadores, en este caso, en la arboleda de la selva amazónica.
La investigación afirma que este fenómeno, que afecta tanto a la estructura como al equilibrio de carbono y la biodiversidad de los bosques, está cambiando el paisaje amazónico de forma significativa.
¿Qué son los derribos por el viento?
Los derribos por el viento son perturbaciones naturales generadas por fuertes corrientes descendentes asociadas a tormentas convectivas.
Estas perturbaciones pueden variar desde la caída de árboles individuales hasta el daño en áreas de miles de hectáreas.
Solo los derribos de gran tamaño (≥30 ha) pueden detectarse a partir de imágenes satelitales, lo que permite mapear y analizar su variabilidad temporal y espacial.
Principales hallazgos
Entre 1985 y 2020, se documentaron 3.179 grandes derribos por el viento en la Amazonía, afectando áreas de al menos 30 hectáreas. Los daños fueron más comunes en la región central y occidental, donde un tercio de los eventos se concentraron en apenas el 3% del área monitoreada.
En este período de 35 años, tanto el número como la superficie de bosques afectados por derribos aumentaron de forma notable:
- 1985: 78 tormentas afectaron 6.900 hectáreas.
- 2020: 264 tormentas dañaron 32.170 hectáreas.
El tamaño medio de las áreas impactadas fue de 147 ± 13 ha, con variaciones anuales significativas debido a la aparición esporádica de eventos muy grandes, que llegaron a afectar hasta 2.543 ha en un solo derribo.
Más tormentas destructivas en el Amazonas
Estos eventos no solo alteran la composición de especies al favorecer la regeneración de unas mientras perjudican a otras, sino que también influyen en el balance de carbono de los bosques.
Los derribos aumentan la cantidad de biomasa muerta, liberando carbono almacenado y ralentizando el crecimiento de nuevos árboles.
Aunque no se observaron cambios significativos en la distribución espacial o en el tamaño de los derribos a lo largo del tiempo, el aumento de su frecuencia sugiere un incremento en la intensidad de las tormentas convectivas, posiblemente asociado al cambio climático.
Una herramienta para la conservación
La gran base de datos recopilada en este estudio, basada en imágenes Landsat, ofrece una herramienta valiosa para entender las dinámicas de estas tormentas y sus efectos ecológicos. Estos datos, de acceso público, son fundamentales para diseñar estrategias.
Tú opinas