Las tormentas estarán presentes en los próximos días en buena parte del interior de la Península Ibérica.
Una situación meteorológica clásica del mes de mayo, cuando en ausencia de bajas presiones (cerradas) en nuestro entorno, la presencia de algo de aire frío en altura junto con el caldeamiento del suelo propio de esta época del año, favorece la aparición de tormentas vespertinas, que desarrollan durante la tarde.
Estas tormentas, serán más intensas hoy y mañana. Y si miramos a más largo plazo, esas nubes de evolución diurna perdurarán unos días más en el Centro y quizás, más adelante sí tengamos una inestabilización más general de la atmósfera.
Tormentas vespertinas
Las tormentas vespertinas son las que se desarrollan durante la tarde. La palabra vespertino procede del latín vespertinus (relativo a la tarde o el atardecer o a lo occidental), término derivado de vesper (tarde, atardecer).
La formación de este tipo de tormentas es muy habitual en los meses más calurosos del año en cualquier zona interior, cuando se produce la combinación perfecta para que aparezcan los Cúmulos y Cumulonimbos: calor en superficie y aire frío en altura.
Tanto hoy como mañana, dichas tormentas serán casi generales en ambas mesetas, buen aparte de Aragón, Sierra Morena, Sistema Ibérico y Pirineos.
Seguimiento en tiempo real
De hecho, AEMET ha emitido algunos avisos a consecuencia de esta incidencia meteorológica y os recomendamos estar atentos a la evolución meteorológica en tiempo real:
- Radar de rayos y lluvia con zoom dinámico: https://www.cazatormentas.com/radar
- Imágenes satelitales: https://www.cazatormentas.com/satelites/
Ojo porque puntualmente las precipitaciones pueden ser intensas y la actividad eléctrica acusada.
A largo plazo ¿inestabilidad más general?
Tanto GFS como IFS nos hablan, en estos momentos, de la posibilidad el fin de semana se acerque una bolsa de aire frío, de mayor entidad, tanto en la superficie que abarcaría como en su profundidad, con lo que más regiones se verían afectadas por su presencia.
Ya se vería si se formaría una DANA o una baja en superficie.
Queda mucho para entonces y, por tanto, no podemos más que estar atento a la evolución de los modelos meteorológicos, teniendo en cuenta la incertidumbre de las previsiones en primavera, pero también a que la lógica invita a pensar que estas situaciones son habituales y que tendría bastante sentido que se diera.
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