Un estudio científico analiza el impacto de los ciclos NAO y AMOC en el clima de España
Los ciclos climáticos de la Oscilación del Atlántico Norte (NAO) y la Circulación Meridional Atlántica (AMOC) gobiernan el tiempo meteorológico de Europa Occidental y de España en particular.
Por ello un grupo de investigación liderado por el Grupo de Ecología y Restauración Forestal de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), en colaboración con la UCLM y las universidades del País Vasco y de Ginebra analizó el impacto que las variaciones de ambos ciclos tienen en el clima de España.
El trabajo tiene el objetivo de entender por qué se suceden los períodos de sequía y de lluvias copiosas.
Algunas inconsistencias entre el ciclo NAO y el tiempo esperado
Sabemos que la NAO tiene un efecto determinante sobre diferentes aspectos bioclimáticos, desde la fijación de carbono y el crecimiento de los árboles, a la producción de frutos o los ciclos de plagas forestales.
Sin embargo, la conexión entre la productividad forestal a largo plazo y la NAO presenta algunas inconsistencias, porque hay períodos en los que los ciclos climáticos no se corresponden a lo esperado por el valor de la NAO.
En este sentido los resultados del trabajo muestran que las fases AMO+ NAO+ y AMO- NAO- ejercen un determinante control sobre la productividad forestal, debido a que gobiernan los ciclos de precipitaciones y la severidad de las temperaturas invernales.
El AMO podría estar actuando como un forzamiento basado en SST de la advección de humedad oceánica, mientras que la NAO actúa como el interruptor latitudinal para el ingreso de tales influencias oceánicas sobre el continente.
Además, se sabe que AMO y NAO afectan la probabilidad de extremos fríos y térmicos
La AMOC crea un efecto de retardo en la NAO
Para los investigadores la NAO es como una llave que abre y cierra la entrada de las borrascas, pero es necesario el control de AMOC (ligada a la temperatura del Atlántico en latitudes extratropicales) y a la formación de borrascas, lo que finalmente determina la temperatura y humedad del aire que llega a la Península.
En el trabajo, los investigadores muestran justamente que estas inconsistencias pueden tener su origen en anomalías periódicas de la temperatura a nivel superficial del Océano Atlántico, conocidas como Oscilación Multidecadal Atlántica (AMO).
Se trata de fenómenos oceánicos que aparecen en el norte del Océano Atlántico y por el cual las temperaturas oceánicas siguen un ciclo de una duración total de unos 70 años.
Estos cambios de la temperatura del océano afectan a la atmósfera pero no instantáneamente, sino con un cierto retraso.
¿Qué es el índice NAO?
La oscilación del Atlántico Norte (NAO) es un fenómeno climático que tiene lugar en el Océano Atlántico Norte, al igual que el índice AO.
Este índice se refleja en las fluctuaciones en la diferencia de presión atmosférica entre las altas presiones que suelen dominar la región de Azores y las bajas que se instalan en torno a Islandia.
Un índice NAO+, se traduce en una gran diferencia de presión entre ambas zonas, lo que propicia una circulación zonal marcada, con fuertes vientos del Oeste en el Atlántico Norte.
En consecuencia borrascas circulando de Oeste a Este entrando al Oeste-Noroeste de Europa.
En cambio, un índice NAO- (poca diferencia de presión entre ambas regiones) está ligado a la ausencia de vientos del Oeste en el Atlántico Norte.
Y por ello, se relaciona con irrupciones de aire frío desde el Ártico y con la aparición de borrascas en el Suroeste y Sur de Europa o incluso en el Norte de África.
En este enlace puedes consultar el estado del Índice NAO a través de la web de la NOAA.
La Circulación Meridional Atlántica (AMOC)
La Circulación Meridional Atlántica se trata de una corriente vital para la regulación del clima de la Tierra ya que transporta el agua caliente de la superficie de las latitudes altas, donde calienta el aire y posteriormente se hunde y vuelve hacia zonas ecuatoriales.
Es responsable, por ejemplo, de que en España gocemos de un clima bastante más suave que otras regiones del Planeta situadas a nuestra misma latitud.
Referencia: https://www.nature.com/articles/s41467-017-02319-0
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