El horizonte meteorológico no podría presentarse más interesante, tras la entrada que publicamos ayer haciéndonos eco de las enormes anomalías reinantes entre el Ártico y Siberia. Y es que los dos grandes modelos, el americano GFS del NCEP y el europeo IFS del ECMWF apuestan por una profunda alteración del vórtice polar troposférico, además de otras anomalías que vamos a analizar ¿Consecuencias?
Encabezando la entrada encontramos una comparativa entre dos escenarios planteados por el modelo europeo: a la izquierda, análisis de superficie (campo isobárico de superficie y anomalías asociadas); a la derecha, la previsión para el 22 de noviembre.
Se observa algo muy interesante: mientras que la situación actual está protagonizada por un vórtice polar troposférico, VPT, fuerte (izquierda), en la prevista para el día 22 es imposible localizarlo como tal. En vez de esto, el VPT aparece como fragmentado en importantes regiones depresionarias repartidas por latitudes más bajas del Hemisferio Norte; una de ellas afectando a nuestro país.
Es importante indicar llegados a este punto que, fijarnos en un único escenario planteado por un modelo meteorológico es muy mala idea. Y como dicen colegas muy entendidos e incluso meteorólogos de la Agencia Estatal de Meteorología, es mejor manejar productos probabilísticos para conocer qué probabilidades hay de que ocurra aquello de lo que se está hablando.
Por eso tenemos que invitaros a leer el último post que ha dejado nuestro amigo Mario Fernández, todo un experto en análisis de modelos…
En el tiempo-Angel Rivera: Contra las dudas, probabilidades https://t.co/Hg4bEDrg0Q pic.twitter.com/a1tRrIaWwi
— angel rivera (@angel_rivera8) 16 de noviembre de 2016
…o la última entrada del también nuestro amigo Ángel Rivera, meteorólogo retirado de la Agencia Estatal de Meteorología.
Ambos coinciden en que el horizonte de importantes cambios meteorológicos en nuestro país tiene bastante probabilidades de materializarse.
Un Ártico caldeado…
La conexión de este importante cambio en el patrón atmosférico del Hemisferio Norte parece tener relación con las importantes anomalías reinantes entre el Ártico y Siberia.
Y es que el Ártico está caldeado… y hemos repetido muchas veces qué ocurre cuando se da este cambio de fase.
Alteración del Vórtice Polar Estratosférico.
Pero si a medio plazo nos encontramos con esas previsiones, a más largo plazo estos modelos meteorológicos comienzan a mostrar una tendencia que no tiene desperdicio, con una importante alteración del vórtice polar estratosférico VPE.
Así, desplazándonos hasta la Estratosfera, el análisis actual del modelo GFS (izquierda en la figura) nos muestra un vórtice polar ligeramente alterado, un tanto elíptico y no tan robusto como en los dos anteriores inviernos en que éste se caracterizó por una robustez de récord.
Here is the GFS prediction for the #polarvortex at the end of the month. Will be interesting to see how well it verifies. pic.twitter.com/dn1lk76TnR
— Judah Cohen (@judah47) 15 de noviembre de 2016
Sin embargo, en la previsión a largo plazo (derecha en la figura), el vórtice sobre el polo tiende a invertirse.
GEFS going for a technical SSW @judah47 @blancassw @MattHugo81 @Met_mdclark @chionomaniac pic.twitter.com/xkdt9LAkee
— Andrew – Andrej (@Recretos) 16 de noviembre de 2016
Y esto significa un reverso (cambio de signo) en la circulación a este nivel algo que, hasta donde sabemos, no se produce desde la temporada invernal 2009-2010.
Y buscando la misma tendencia en el modelo europeo, gracias a nuestro amigo Gorka Hermoso, encontramos que la tenemos…
Además, se acompañaría de un Calentamiento Súbito Estratosférico. Y no es el único modelo que comienza a mostrar síntomas de profundos cambios en las teleconexiones Estratosfera – Troposfera.
CFSv2 weekly model is aggressive with -NAO development during the first two weeks of December pic.twitter.com/QkrMpr3RVt
— Michael Ventrice (@MJVentrice) 16 de noviembre de 2016
Por lo tanto, aunque nos vemos obligados a emplear el tiempo condicional, podríamos estar ante unas semanas meteorológicamente apasionantes… ¿por qué?
Porque si finalmente acontece el Calentamiento Súbito Estratosférico, junto con un cambio de signo de la circulación zonal estratosférica (de ciclónica a anticiclónica) propagándose a la alta Troposfera, el chorro polar podría verse debilitado por su erosión desde capas superiores.
Y si el chorro polar se debilita, al actuar como frontera entre las masas de aire polar y ártico de altas latitudes, y las masas de aire cálido subtropical de bajas latitudes, se podrán producir importantes desalojos de aire polar y ártico por todo el Hemisferio. ¿Podría tocarle a Europa? Por supuesto. Pero además, otra consecuencia es la circulación de borrascas a latitudes mucho más bajas, por lo que el tiempo se tornaría mucho más lluvioso en nuestro país ¿recordáis cómo fue el invierno 2009-2010? Lo podríamos tomar como referencia, aunque es difícil que se repita una situación como aquella.
Precipitaciones previstas en 24 horas por Centro Europeo para el domingo y el lunes. Va a llover y no poco… pic.twitter.com/2ayNTFwYWA
— Gorka Hermoso (@GorkaHermoso1) 16 de noviembre de 2016
De momento nos vamos a quedar con esas previsiones a una semana vista, y ya iremos viendo si todos estos cambios se van produciendo… ¡esperamos que los sigáis con nosotros!
Felicidades por estas explicaciones tan esclarecedora.
La pregunta que genera es automática, ¿es este comportamiento normal?
Grandes olas de frío las tenemos en la memoria o están documentadas.
Qué ocurría en esos eventos pasados en el ártico? La premisa es que el análisis y detección usando alta tecnología es muy reciente.
Y la consecuencia es obvia, está el cambio climático tras estos fenómenos.
La evidencia empírica del cambio climático es la acumulación de CO2, innegable.
Cambio climático o episodio climatico?
¡Gracias Juanjo!
No es un comportamiento anómalo en tanteo que cada varios años se produce una situación así, dentro de la dinámica natural de la atmósfera, y esto favorece que tengamos un régimen de lluvias alto en España y más situaciones propicias para lleguen incursiones frías. Lo anómalo sí sería que el mecanismo que provoca la ruptura del vórtice polar sea solo porque el Ártico está más cálido de lo normal.
Y ciertamente, este otoño, es llamativo que el Ártico esté tan templado durante tantas semanas seguidas. Seguro que algo influye. Pero no podemos asegurar al 100% la relación directa y sobre todo total. Es tan compleja la atmósfera…
El calentamiento global del Planeta sí que está detrás de que el Ártico esté perdiendo tanta masa helada año tras año. Ese parece ser un hecho irrefutable. Y si ese frío se expande hacia el Océano no cabe duda de que las corrientes oceánicas se verían alteradas y modificada la circulación general de la atmósfera.
Pero son mecanismos muy complejos, imposible de sacar conclusiones directas y sencillas.
Saludos.