Los aerosoles aumentan la cobertura nubosa en mayor medida de lo que se pensaba

Los aerosoles expandidos por eventos naturales o por la actividad humana contribuyen al aumento de la cobertura nubosa en mayor medida de lo que se pensaba.

Mientras que diversos estudios de investigación anteriores demostraron su incidencia en el incremento de las precipitaciones ahora, un nuevo trabajo se ha centrado en el impacto de la cobertura nubosa.

Para ello, en lugar de usar modelos climáticos los investigadores aprovecharon la circunstancia de diversas erupciones volcánicas para estudiar su huella en la atmósfera.

Los aerosoles aumentan la cobertura nubosa

Sin embargo, la investigación también revela que las partículas de aerosoles en la atmósfera tienen un menor efecto en el brillo de las nubes de lo que se creía.

En los últimos años, diversos estudios han sugerido que podrían tener un impacto en el calentamiento global dado que las nubes reflejan la luz solar y contribuyen a que se mantengan las temperaturas más frescas

Sin embargo, se trata de una contribución complicada de estimar con precisión, por lo que se traduce en un aporte de gran incertidumbre en las proyecciones climáticas.

¿Qué son los aerosoles?

Los aerosoles se tratan de las partículas de entre 0,002 µm y 100 µm presentes en la atmósfera generadas por las distintas fuentes de contaminación.

Su presencia elevada no solo puede resultar insalubre sino que como ya hemos comentado en otras entradas, se considera como unos de los factores principales en el calentamiento global de la atmósfera o incluso en la alteración de los patrones de la formación de nubes.

Estudiando la huella de los aerosoles de un volcán en la cobertura nubosa

Los investigadores realizaron su estudio en las observaciones de un volcán islandés en 2014.

Los científicos observaron que los aerosoles de la erupción aumentaron la cobertura de nubes en aproximadamente un 10%.

Esto sugiere que más del 60% del efecto de enfriamiento climático de las interacciones entre nubes y aerosoles se debe al aumento de la cobertura de nubes.

Los aerosoles provocan que las tormentas sean mucho más intensas

Recordemos, que en este otro trabajo publicado en Science, se demostró que la presencia de estas partículas es una de las razones por las cuales algunas tormentas se vuelven especialmente fuertes y producen más lluvia de lo que podría suceder en una atmósfera más limpia.

Esta intensificación la observaron en un área cálida y húmeda donde las condiciones atmosféricas son muy limpias, pero donde la llegada de partículas muy pequeñas por alguna fuente contaminante próxima supone un gran impacto.