El agujero de ozono antártico vuelve a registrar una superficie inferior en 2022
El área promedio del agujero de ozono antártico alcanzó los 23,2 millones de kilómetros cuadrados entre el 7 de septiembre y el 13 de octubre de 2022.
Este dato supone una superficie ligeramente inferior a la del año pasado y lo que es mejor, confirma la tendencia a la baja anotada en las últimas décadas.
El agujero de ozono antártico sigue disminuyendo
Las estimaciones de la NASA son positivas nuevamente. Aunque se han detectado algunas variaciones debido a los procesos físicos y químicos ligado a la atmósfera del Polo Sur, lo cierto es que, en un plazo largo, el agujero de ozono antártico sigue disminuyendo.
Se podría afirmar que el agujero ha disminuido de forma casi constante durante las últimas dos décadas.
Mediciones con Aura, Suomi NPP y NOAA-20
Las mediciones han sido realizadas por la NASA y la NOAA, mediante diversos instrumentos de sus satélites meteorológicos Aura, Suomi NPP y NOAA-20.
Concretamente, el 5 de octubre de 2022, esos satélites observaron un agujero de ozono máximo en un solo día de 26,4 millones de kilómetros cuadrados.
Es en esta época del año, cuando vuelve el sol polar, en la que los científicos de la NOAA realizan mediciones con un espectrofotómetro Dobson.
Este instrumento óptico proporciona la cantidad total de ozono entre la superficie y el borde del espacio, conocido como el valor total de la columna de ozono. Resultó que, a nivel mundial, el promedio total de la Tierra de la columna es de unas 300 unidades Dobson
En cambio, el 3 de octubre de 2022, los científicos registraron un valor de ozono de columna total más bajo de 101 unidades Dobson sobre el Polo Sur.
Allí, el ozono estaba casi completamente ausente en altitudes entre 14 y 21 kilómetros, algo frecuente en las últimas décadas.
Ciclo anual del agujero de ozono
Durante la temporada de primavera del hemisferio sur (agosto-octubre), el agujero de ozono sobre la Antártida aumenta de tamaño, alcanzando un máximo entre mediados de septiembre y mediados de octubre.
Cuando las temperaturas altas en la atmósfera (estratosfera) comienzan a subir a fines de la primavera del hemisferio sur, el agotamiento del ozono se ralentiza, el vórtice polar se debilita.
Y finalmente se descompone, y para fines de diciembre los niveles de ozono vuelven a la normalidad.
El agotamiento del ozono
Como hemos explicado en otras ocasiones, la capa de ozono estratosférica se encuentra a 25 kilómetros de altitud aproximadamente y nos protege de los rayos ultravioleta nocivos del Sol.
El agotamiento del ozono, se produce todos los años (de forma natural) durante la primavera del hemisferio sur, debido a las temperaturas extremadamente frías de la estratosfera y de forma artificial y acelerada.
También lo hace por la presencia de gases en la atmósfera que destruyen el ozono, como el cloro y el bromo.
El aumento de los niveles de cloro en la atmósfera desde la década de los 1980 junto con uso de los gases llamados cloroflourocarbonados (CFC) se formó un descenso en la densidad de la capa de ozono que cubre la Antártida.
Desde 1980, este agujero se expande durante la primavera del Hemisferio Sur (entre agosto y septiembre) y se reduce durante el otoño periódicamente.
Gracias a la prohibición internacional de este tipo de compuestos químicos, la capa de ozono se ha ido recuperando lentamente.
La capa de ozono protege a la Tierra de la peligrosa radiación ultravioleta que procede del sol y que puede causar cáncer de piel.
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