El año hidrológico recién concluido en España fue el cuarto más seco de lo que llevamos del siglo XXI.  

Hace poco nos preguntábamos si estábamos en sequía y concluíamos que en buen aparte del país, .

Concretamente, durante el período que comenzó el 1 de octubre de 2018 y finalizó el 30 de septiembre de 2019, se registró una precipitación media de 565 litros por metro cuadrado, lo que supone un 13% por debajo del valor normal del periodo de referencia (1981-2010).

Valores medios, valores concretos

El dato supone una globalización del registro pluviométrico, a nivel estatal, algo que siempre enmascara el comportamiento por regiones y comarcas.

Analizando la distribución por zonas sí se observan claras diferencias entre unos puntos y otros días país, apareciendo observatorios con una pluviometría excelente y otros paupérrima.

Análisis por zonas

En líneas generales, las lluvias fueron inferiores a lo normal en la vertiente atlántica mientras que se registró un superávit en buena parte de la vertiente mediterránea.

Pero hay excepciones: no se alcanzó el 75 % de los valores normales en amplias zonas del cuadrante suroeste peninsular, de Castilla y León, Canarias, una zona del Pirineo oscense y otra al oeste de Galicia.

Y por otra parte, se superaron los valores normales en más de un 25 % en la Comunidad valenciana, gran parte de Murcia, tercio este de Andalucía, y zonas del sureste de Castilla-La Mancha, incluso duplicándose en un área ubicada entre las provincias de Alicante y Murcia, y al nordeste de la de Granada.

Análisis por cuencas hidrográficas

La distribución por grandes cuencas confirma esta polaridad, reflejando superávit en las cuencas del Júcar, Segura y del Pirineo oriental pero mostrando deficitarias el resto, especialmente la del Guadiana.

Comportamiento detallado del año

El informe de AEMET nos explica el comportamiento pluviométrico mes a mes. Octubre de 2018 resultó en conjunto húmedo, siendo   a   partir   de   la   segunda   semana   cuando   las   precipitaciones   se   incrementaron considerablemente y le siguió un mes de noviembre en que las precipitaciones volvieron a estar por encima de los valores normales terminando el mes con una precipitación acumulada superior a dichos valores en un 29 %. 

Posteriormente en diciembre, las precipitaciones fueron inferiores a  los  valores  normales  lo  que  hizo  que  paulatinamente  fuera  disminuyendo  el  porcentaje  de precipitación  sobre  el  valor  normal  hasta  alcanzar valores  inferiores  al  normal  en  un  14 %  a mediados  de  enero.

Los  meses  que  siguieron,  de  febrero  y  marzo,  resultaron  muy  secos quedando la precipitación acumulada un 18% inferior al valor normal al finalizar marzo.

El mes de abril destacó por ser muy húmedo lo que permitió que el mes de mayo se iniciara con tan sólo un  9 %  de  precipitación  acumulada  inferior  al  valor  normal,  pero  la  falta  de  precipitación  en  el conjunto del territorio tanto en mayo como en junio que fueron muy secos, dio como resultado que  la  precipitación  acumulada  en  el  año  hidrológico  al  finalizar  junio  fuera  un  16%  inferior  al valor  normal. 

Posteriormente  el  déficit  de  precipitación  ha  estado  fluctuando  entorno  al  15%  o 16%  debido  a  que  se  produjeron  precipitaciones  superiores  o  iguales  a  las  normales  en  los meses de  julio y agosto, siendo del 15% a día 10 de septiembre de 2019.