Abril de 2019 nos trajo un nuevo récord negativo en la banquisa ártica. El mes pasado, la media de la superficie marina helada en aquel rincón del Planeta, fue la más baja desde que se tienen registros, quedando 230. 000 km² del anterior récord que databa de abril de 2016.

Este dato nos llega gracias al último informe elaborado por el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (National Snow & Ice data Center, NSIDC).

Un récord negativo

Según informa el organismo estadounidense, la pérdida de hielo marino fue muy acusada, sobre todo, a principios de mes debido a la disminución que se produjo fundamentalmente en el Mar de Ojotsk.

Posteriormente la tasa de pérdida de hielo se redujo, detectándose ganancias en los mares de Bering y Barents pero no fue suficiente la recuperación como para que la extensión diaria de hielo se mantuviera en niveles bajos de récord a lo largo del conjunto del mes.

Datos concretos

Según el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de EE.UU. la extensión del hielo en el Ártico durante abril de 2019 quedó en tan solo 13,45 millones de km², 230 .000 km² menos que el récord anterior de abril en 2016 o 1,24 millones de km² por debajo del promedio de abril para el período 1981-2010.

El comportamiento por zonas

Las anomalías más destacadas se observaron en el mar de Bering, entre Alaska y Siberia oriental, así como en el mar de Barents al oeste de Nuevo Zent.

En aquellas regiones se registraron temperaturas mucho más suaves que el promedio climatológico de abril lo que se debe a una respuesta al patrón climático dominante durante el mes pasado pero también por la respuesta del aire sobre un mar relativamente suave sin hielo, en comparación con el hielo marino.

Aunque es muy pronto, todo apunta a que en septiembre tendremos un nuevo récord anual, si no se produce una evolución sorprendente en los próximos meses.