Las NASA cuantifica qué porcentaje las nubes cubre la Tierra
¿Cuánta superficie de la Tierra está cubierta por las nubes?
Esta pregunta, de difícil respuesta, ya tiene una solución aproximada gracias a un estudio que ha realizado la NASA a partir de los datos recogidos por su instrumento Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer (MODIS) abordo del satélite meteorológico Aqua.
El mapa que encabeza la noticia es la forma gráfica de reflejar el resultado del estudio, realizado tras 13 años de observaciones.
En él se muestran en color azul oscuro las zonas donde normalmente no hay nubes, mientras que en tono azul claro se muestran las que tienen algunas nubes y en blanco donde estos hidrometeoros son frecuentes.
El 67 % de la Tierra normalmente cubierta por nubes
Para poder realizar este trabajo, los investigadores de la agencia espacial estadounidense han estado analizando los datos obtenidos por el satélite Aqua desde junio de 2002 hasta abril de 2015.
Una de las conclusiones fundamentales que se desprende de este trabajo es que el 67 % de la Tierra normalmente cubierta, al menos en parte, por las nubes.
Los mares y océanos son las zonas más nubosas
Este hidrometeoro compuesto por gotas de agua microscópicas o por cristales de hielo, aparece fundamentalmente en los mares y océanos: allí menos del 10 % del cielo está completamente despejado de nubes en un momento dado.
En cambio, sobre la tierra firme, sólo el 30 % de los cielos están completamente libres de nubes.
Las zonas del Planeta más nubosas
Las zonas de la Tierra que más probabilidades tienen de contar con un día nublado son:
- Una franja estrecha alrededor del Ecuador
- Dos áreas más amplias en latitudes medias y sobre aguas oceánicas fundamentalmente
La influencia de las corrientes oceánicas y de las montañas
El mapa que encabeza la noticia, sirve para ilustrar un hecho que se suponía: las corrientes oceánicas son determinantes para la formación de nubosidad frente a las costas occidentales de los continentes.
Algo que se constata de manera especial en Norteamérica, América del Sur y África.
También, las grandes zonas montañosas son semilleros de nubes. Los procesos convectivos en la atmósfera o bien el efecto de pantalla que producen ante la llegada de los frentes nubosos o ante las corrientes de aire húmedas, propician que en esas zonas se generen más nubes que en zonas cercanas próximas.
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