El GFS está operativo, pese al shutdown que sufre Estados Unidos, pero su precisión ha empeorado y seguirá empobreciéndose de no cambiar la actual situación.
Como ya os informamos, el gobierno del ultraconservador Trump ha propiciado un cierre parcial de la administración, de forma que muchos funcionarios no están trabajando y diversos servicios públicos se han visto afectados.
The Washington Post ha logrado hablar con algunos gestores del Servicio Nacional de Meteorología, quiénes alertan del peligro que el shutdown supone para la correcta realización de las previsiones meteorológicas y sus consecuencias en la seguridad nacional.
El SMN no ha cerrado pero su funcionamiento es anómalo
Aunque el Servicio Meteorológico de Estados Unidos no ha dejado de operar y los servicios críticos siguen activos, la falta de personal y de asignación presupuestaria ya está afectando a varios aspectos de los que depende el SMN.
Según informa el prestigioso diario estadounidense The Washington Post, los modelos meteorológicos han dejado de recibir su mantenimiento desde diciembre de 2018 y los técnicos responsables han dejado de recibir la formación pertinente para implementar las próximas actualizaciones.
GFS ha dejado de recibir su mantenimiento
Pese a que los empleados federales siguen tratando de llevar a cabo su trabajo con normalidad, es evidente que el hecho de dejar de percibir su salario afecta a su vida personal y al normal desempeño de sus labores.
Sin ingresos, muchos trabajadores están teniendo serios problemas para llegar a fin de mes.
Pero más allá de los dramas personales, existen las preocupaciones ‘técnicas’. El modelo por antonomasia de Estados Unidos, el GFS, ha dejado de recibir un mantenimiento adecuado y sus responsables empiezan a detectar fallos en su ejecución.
La actualización de Febrero-2019 suspendida
Desde el SMN de Estados Unidos han confirmado al periódico que la actualización que GFS debía de recibir en unos días se ha suspendido.
El pasado 25 de diciembre hubo un dropout en los sistemas de puntuación de los modelos meteorológicos, siendo el GFS el único modelo que hasta ahora no se ha recuperado de la caída.
Un importante problema con el formato de datos
Según cuenta al diario estadounidense un responsable del modelo numérico, parece que el problema tiene que ver con el formato de datos utilizado.
Actualmente, GFS recopila datos de redes de observaciones de todo el mundo, las cuales se han estandarizado a un nuevo procedimiento para cumplir con las nuevas regulaciones.
Mientras el Environmental Modeling Center estaba trabajando para ajustar el GFS a estos nuevos formatos, se produjo la caída de la administración estadounidense y el modelo americano no reconoce el nuevo estándar, no puede usarlo, por lo que ya no es tan eficiente como antes en este aspecto.
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