Atardecer calimoso en Marbella, Málaga
La calima, un fenómeno meteorológico asociado a las advecciones cálidas africanas produce en realidad un enfriamiento atmosférico, en especial en las Islas Canarias.
Así lo afirma un estudio de investigación llevado a cabo en el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (Tenerife) perteneciente a la Agencia Estatal de la Meteorología.
Enfriamiento neto de la atmósfera
Aunque el polvo sahariano que llega a nuestra atmósfera acompañando a las advecciones de aire africano procede de zonas más cálidas que las nuestras, según este trabajo la presencia de polvo del desierto produce un enfriamiento neto del aire.
Descenso de la radiación solar
La explicación estriba en que el polvo sahariano que provoca la calima contribuye a una disminución de la radiación solar sobre las zonas afectadas al ocultar parcialmente el sol.
La calima envuelve la ciudad de Málaga
Este trabajo de investigación se ha realizado caracterización del polvo del desierto realizado en la estación argelina de Tamanrasset.
Estudios similares con los gases de efecto invernadero
En los diversos estudios existentes sobre el efecto en el clima de los gases de efecto invernadero, se ha relacionado las consecuencias de compuestos como el metano, el dióxido de carbono o el monóxido de carbono en las capas más bajas de la atmósfera.
Sin embargo, a juicio de los responsables de este trabajo el efecto global de los aerosoles y en concreto de la calima aún debe ser estudiado en mayor profundidad, debido a la variabilidad de las zonas a las que afecta, de las cantidades en que lo hace y de su composición química.
Dificultad para realizar este estudio
La estación de Tamanrasset, ciudad situada al Sur de Argelia en la zona central del Sahara, ha sido la utilizada para el estudio de los aerosoles, como el polvo del desierto y su influencia sobre el cambio climático, la calidad del aire y la salud.
Los investigadores indican que es muy complicado obtener medidas fiables en zonas saharianas (o en otras regiones similares) pues las estaciones requieren un mantenimiento complejo para asegurar los niveles de calidad necesarios para este tipo de estudios.
La estación de Tamanrasset, en Argelia
La estación de Tamanrasset es la única en la zona en la que dispone de material y personal capacitado para realizar este tipo de estudios, algo que realiza de forma continuada desde 2006.
Allí se obtienen diversos datos acerca del polvo sahariano: cantidad y tamaño de los granos así como el modo en que dispersa la luz. Los registros que proporciona este punto de observación tienen el valor añadido de que son medidas representativas de una zona muy amplia alrededor de la estación, con una extensión comparable a la de Europa occidental.
Estos datos son además validados con las estimaciones que se realizan desde los satélites meteorológicos y sirven para realizar con mayor fiabilidad las previsiones sobre la evolución de las advecciones saharianas.
La calima y su efecto en la salud
Por último, la información que se recaba de esta y otras estaciones meteorológicas similares, sirve para ayudar a la prevención de enfermedades que la calima favorece en algunos países africanos.
Advección sahariana sobre las Canarias
Esa relación se ha demostrado con los trabajos realizados para el proyecto europeo MACC (Monitoring Atmospheric Composition and Climate), según los cuales la activación de la epidemia de meningitis que cada año tiene lugar en países africanos situados en el Sahel, como Níger, Mali, Burkina Faso y Senegal parece estar muy relacionada con el aumento o disminución del transporte de polvo desde el desierto del Sahara hacia el Sahel.
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