Gracias al meteorólogo americano Dakota Smith, podemos asistir a todo un espectáculo natural, en una extensísima y rara de capa de nubes. Se trata de una capa de nubes actinoformes, que ocupa una enorme extensión sobre el Pacífico Sureste, frente a las costas de Perú. El fenómeno consiste en la formación de un vórtice, que termina adquiriendo aspecto de un huracán, incluso con su ojo correspondiente.
¿Qué son las nubes actinoformes?
La estructura actinoforme (palabra procedente del griego) puede tener dos formas:
- Formación de nubes redondas u ovaladas donde parece haber simetría radial y, a veces, incluso movimiento helicoidal. Estas formaciones, cuando se ven desde lo alto, se parecen a las venas de una hoja. En este caso, la dimensión de la estructura es de 80 a 400 km (rara vez más).
- Bandas largas (hasta miles de kilómetros) que consisten en células «acretadas». Cuando se ve desde arriba, esta estructura parece un ciempiés enorme con una columna vertebral bien marcada y múltiples costillas. En este caso, el ancho de la banda es de 70-120 km, y la longitud es de varios cientos a 1-1.5 mil (o incluso más) km.
La altura de la cima de la nube es de 0.6 a 2 km, rara vez a 2.5.
Es interesante observar que, según los nuevos datos del Nivel 2 de MERIS, la altura de la parte superior de la nube en el centro de las estructuras redondas (así como la «columna vertebral» de las estructuras de la banda) siempre es 300-700 m más baja que la altura de la parte superior de la nube. Las nubes situadas en la periferia de las estructuras.
Las estructuras de nubes actinoformes emergen en el borde de campos de las células convectivas abiertas y cerradas usando las células convectivas abiertas como sustrato. Las estructuras redondas / ovales grandes (de ~ 200 km) pueden atraer células convectivas cerradas vecinas. Al segregarlos, más adelante pueden formar elementos vastos (ubicados fuera de los campos que los han creado) vastos elementos en los que la circulación general parece ser similar a la que tiene lugar en las células convectivas abiertas.
Tales estructuras a menudo se separan de las células convectivas que las han creado y existen por sí mismas, a veces girando alrededor de su propio centro, incluso formando un «ojo» (como es el caso que nos ocupa). Por su parte, las estructuras de banda también demuestran una estabilidad suficiente y se segregan a lo largo de las corrientes de aire de bajo nivel con mayor frecuencia en paralelo con el ecuador.
La estructura de nubes actinoformes se compone principalmente de nubes estratocúmulos; muy a menudo hay nubes estratos a lo largo de la cresta de las «costillas» y pequeños cúmulos, en su periferia.
Se pueden observar donde hay grandes campos de células convectivas abiertas y cerradas: principalmente sobre el Pacífico Oriental, no lejos de la costa peruana, así como no lejos de la costa atlántica de Brasil y por encima del Océano Índico, cerca de la costa de Australia Occidental. Según algunos informes meteorológicos, las nubes de estas estructuras son la fuente de llovizna.
Vórtices de nubes actinoformes; «huracanes» en miniatura.
Y ahora vamos con la animación que nos ha dejado boquiabiertos esta mañana…
Tal como se puede observar, la estructura de nubes actinoformes está compuesta básicamente por estratocúmulos. Son nubes en las que existe una cierta convección, pero muy limitada. Por tanto, son nubes con poco desarrollo vertical. Aun así, los caprichos de la dinámica atmosférica que rige su formación, quieren que algunas formaciones roten sobre sí mismas, dando lugar a vórtices con apariencia de huracán. Llegan incluso a formar su propio ojo.
Esta espiral de nubes actinoformes se encontraba ayer, embebida en una extensísima área cubierta por estructuras afines: células abiertas y células cerradas, sobre el Océano Pacífico Sur, frente a las costas de Perú y Chile.
Algunos tuiteros, bromeaban en esta red social, poniéndole el nombre de «estratocane». Muy acertado, porque se trataría de una especie de pequeño huracán formado por estratocúmulos.
Tú opinas