DANA potencialmente peligrosa al suroeste de la Península

DANA potencialmente peligrosa al suroeste de la Península

Hay unanimidad en las previsiones: una DANA potencialmente peligrosa de provocar lluvias intensas en las regiones mediterráneas se ubicará al suroeste de la Península Ibérica en el arranque de la próxima semana.

Su profundidad, movimiento lento, presencia de vientos de origen marítimo y la temperatura de las aguas que rodean la Península, más su particular orografía, nos hacen pensar en la alta probabilidad de que se produzcan lluvias torrenciales en algunos puntos.

El cénit del episodio debería de darse entre el lunes por la tarde y el miércoles, tendiendo luego las precipitaciones a ir reduciéndose al suroeste peninsular, donde parece que la DANA va a disolverse en torno al Golfo de Cádiz durante la segunda mitad de la semana.

Pendientes de una profunda DANA

Pendientes de una profunda DANA

La mayoría de los escenarios que las previsiones meteorológicas manejan, apuntan a la formación de una profunda DANA al sur de la Península Ibérica, aunque no es posible asegurar aún cuál será su trayectoria precisa.

Con casi total seguridad, la configuración atmosférica resultante dejará lluvias en prácticamente toda España y podrán ser intensas en la fachada mediterránea y área del Golfo de Cádiz, aunque, al no conocerse con certeza su movimiento, tampoco se puede precisar cuánto y dónde lloverá más.

Pero sí podríamos advertir de que potencialmente, esta perturbación tiene bastantes opciones para provocar lluvias torrenciales algunos días y en varias comarcas, por lo que habrá que vigilar su evolución y seguir muy atentos a lo que AEMET vaya actualizando en sus pronósticos.

Una vaguada estacionaria trae nuevos chubascos tormentosos

Una vaguada estacionaria trae nuevos chubascos tormentosos

El posicionamiento de una vaguada estacionaria al oeste de la Península Ibérica traerá nuevos chubascos tormentosos en buena parte de la geografía española.

En primera instancia, el núcleo frío en niveles medios de la atmósfera que llega desde el Atlántico tenderá a frenarse para luego aislarse y forma una DANA que seguramente se centre en el noroeste peninsular.

Como siempre ocurre con este tipo de configuraciones atmosféricas, el pronóstico tiene un alto grado de incertidumbre, por la compleja evolución que siguen estas bolsas de aire frío dado tienen una traslación muy errática. Un pronóstico que además es más impreciso conforme aumenta el rango de tiempo del pronóstico.

De momento, parece que la DANA que termine formándose con el paso de los días parece que se quedará en el entorno de la Península Ibérica varios días más por lo que puede que la inestabilidad continúe en la primera semana de septiembre, aunque aún no está claro a qué zonas afectaría más.

Una DANA inusual

Una DANA inusual

Una DANA inusual visitará España durante los últimos días de junio, atípica porque su profundidad parece que será acentuada para esta época del año y su trayectoria no es habitual en el arranque del verano.

Tanto, que pueden producirse fuertes tormentas de agua y granizo, con abundante aparato eléctrico, en muchas zonas del país, incluso del sur de la Península Ibérica.

La DANA nos traerá precipitaciones y notable descenso térmico, por lo que los termómetros se moverán en valores más propios de la primavera que del verano.

Así que nuestro radar de tormentas y rayos será un lugar de obligada consulta.

Débil DANA y notable descenso térmico

Débil DANA y notable descenso térmico

Una débil DANA pulula por el suroeste dejando algunos chubascos en la mitad sur, mientras se espera un notable descenso térmico en el arranque de la próxima semana.

Ojo, porque las heladas pueden ser intensas en áreas de la meseta superior y sobre todo, de Pirineos, entre el martes y el jueves, con valores propios de enero.

Además, sigue abierta la opción a que las lluvias se extiendan durante los próximos días a más regiones, sobre todo el de Mediterráneo, aunque no está para nada claro cómo será la distribución pluviométrica a lo largo de la próxima semana, hasta que no confirmen los mapas la ubicación final de los centros de altas y bajas presiones en torno a la Península.