Las perspectivas para el final del año nos hablan de un tiempo muy inseguro

Las perspectivas para el final del año nos hablan de un tiempo muy inseguro. Los modelos no dibujan un panorama estable, generalizado, ni mucho menos.

Una vez que termine el actual episodio de inestabilidad este fin de semana, las altas presiones desde Centroeuropa abrazarán buena parte de España (salvo el noroeste peninsular) abriéndose una ventana de tiempo sin lluvias, tibio y posiblemente con nieblas persistentes en el interior peninsular.

Un frente frío se acercará al oeste peninsular en torno al martes 20 y miércoles 21, dejando lluvias en el sector occidental nuevamente. Y luego hemos de esperar para Navidad para asistir a un posible nuevo episodio de inestabilidad que ya veremos en qué grado de inestabilidad e intensidad nos afecta.

Los mapas estacionales hablan del reforzamiento del bloqueo anticiclónico en latitudes altas, lo que debería favorecer la visita de más borrascas al final del año.

Una ventana estable en casi toda España

Cuando los restos de Efraín nos abandonen, un anticiclón centrado en Centroeuropa protegerá a casi toda España de la llegada de nuevas borrascas atlánticas.

El fin de semana quedará inestabilidad residual en el interior de la Península y la aproximación de un frente de lluvias desde el Atlántico sí complicará el tiempo en Galicia y el entorno del Sistema Central Occidental en el arranque de la semana.

Ese frente avanzará a duras penas hacia el Sur y Este, dejando lluvias en el oeste peninsular entre el martes y miércoles.

Al final de la semana, una borrasca puede situarse al suroeste de la Ibérica y ya veremos en qué grado inestabiliza el tiempo del país.

Perspectivas del tiempo para Navidad y el final del año

Echando un vistazo a más largo plazo, mirando lo que dicen los modelos a corto-medio plazo junto con los pronósticos a más amplio rango, semanales, lo lógico es pensar en un tiempo variable hasta el inicio de enero incluso.

Parece que las altas presiones van a seguir presentes en latitudes altas, con bloqueos anticiclónicos moviéndose entre el Ártico, Escandinavia, el Oeste de Rusia, pero que en algunos momentos pueden avanzar más al sur e impedir el acercamiento de las bajas a nuestro entorno.

Algunas configuraciones sugieren la opción de que se produzcan invasiones de aire polar hacia la Península, una situación clásica de esta época del año.

Pero al menos, no se dibuja una dorsal africana potente o un anticiclón de las Azores robusto, que plantee un bloqueo a las borrascas en España.

Y aunque es mucho aventurar, no son negativas las perspectivas para el invierno-primavera de 2023.