Las olas de calor se reparten por el Hemisferio Norte estos días
Las olas de calor se reparten por el Hemisferio Norte estos primeros días del verano astronómico.
Si 2020 fue una auténtica locura en cuanto a fenómenos meteorológicos extremos, 2021 está siguiendo la misma línea.
En las últimas semanas, en el Hemisferio Norte, está ocurriendo de todo. Hoy nos vamos a centrar en la ola de calor en el noroeste de Norteamérica, y la que está afectando a diferentes países europeos.
En este último caso, los países europeos más septentrionales, son los que se están llevando la palma.
Ola de calor sin precedentes en el oeste de Canadá
Estamos siendo muy insistentes en el hecho de que la dinámica atmosférica en el Hemisferio Norte lleva mucho tiempo mostrando profundas anomalías.
Y fruto de estas anomalías está teniendo lugar una ola de calor sin precedentes en el oeste de Canadá y noroeste de los USA.
Fijémonos en la animación del segundo tuit arriba. Muestra una animación de las corrientes en chorro. Si nos centramos en el Chorro Polar, el que muestra los colores más vivos, veremos su anómalo comportamiento.
Tanto es así, que llega a formar un donut sobre el noroeste de Norteamérica, aislando una enorme burbuja de aire muy cálido.
Heat Dome o cúpula de calor
Está siendo un fenómeno muy bien previsto por el modelo meteorológico americano GFS/NCEP. Y es conocido como Heat Dome, o cúpula de calor.
Se trata de un fenómeno caracterizado por anomalías muy marcadas de altura geopotencial al nivel de 500 hPa. Una dorsal anticiclónica que deriva en un anticiclón anómalo muy marcado en altura.
Aparece muy bien representado en el mapa del tuit superior, que sirve para caracterizar la magnitud de la anomalía asociada a dicho anticiclón anómalo en niveles altos.
Dejando a un lado la complejidad de la explicación que da el experto, concluye con un lenguaje más comprensible para todos que la probabilidad de que se dé un evento de estas características es de 1 vez cada 1000 años, o más.
De hecho, el anticiclón en altura es tan sumamente anómalo, que los valores de altura geopotencial que se están registrando, están muy por encima de la media de valores máximos registrados.
Temperaturas por encima de los 40ºC en esas zonas: olas de calor por el Hemisferio Norte
La ola de calor allí no ha hecho más que empezar, y ya han comenzado a caer récords muy destacados.
Además, hay que comprender que esa zona del planeta no está, ni mucho menos, habituada a temperaturas semejantes, por encima de los 40ºC.
Por lo que los riesgos para la salud son muy evidentes. Y de hecho hay numerosos avisos y alertas en este sentido.
En Lytton, en la Columbia Británica, se han registrado 43,8ºC ayer sábado. «se batió el récord nacional mensual canadiense (43,3 ° C en Saskatchewan en 1900, 1931 y 1941) No recuerde este valor, se volverá a borrar en 24 horas y 48 horas … (esto es SOLO el comienzo)».
Está previsto que se alcancen temperaturas entre 46 y 47ºC entre mañana y pasado en Lytton, en la Columbia Británica. Algo que sería totalmente inaudito.
En el norte de Europa, el calor anómalo continúa, y continuará…
Tanto el modelo europeo IFS/ECMWF como el americano GFS/NCEP (lo veremos a continuación), apuestan por una continuidad de un patrón de bloqueo muy extendido en el tiempo.
¿Qué quiere decir esto? Que la ola de calor en países como Finlandia, va a tener una continuidad excepcional.
De cumplirse el pronóstico del modelo americano, el fenómeno de cúpula de calor o heat dome podría volver a suceder, pero esta vez en la Península Escadinava.
Con lo cual, seguiremos hablando de eventos de temperaturas máximas extremas en los países afectados. Y, Finlandia, es sin duda uno de los que más está sobresaliendo este año. Y van unos cuantos seguidos.
Bastará que algún año suceda esto pero en España, y veamos temperaturas de 70 grados en Sevilla. Parece imposible, algo que sólo sucede una vez cada 15.000 años, pero vamos a terminar viéndolo. La típica expresión sevillana de 40 grados a la sombra, hoy por hoy, se queda más que corta; dénse cuenta de que estamos viviendo 50 grados a la sombra en Canadá, algo aberrante y que, hace sólo unos días, nos parecería tan imposible como tener 70 grados en Sevilla. Lo próximo será 60 grados a la sombra en París, 50 grados en Moscú o 70 grados en Atenas. Esto es peor que terrorífico, y no ha hecho sino empezar