Los bloqueos anticiclónicos mandan en nuestro entorno y lo peor es que un anticiclonazo se nos echa encima

Los bloqueos anticiclónicos mandan en nuestro entorno y lo peor es que un anticiclonazo se nos echa encima. Como viene sucediendo estos últimos años no tenemos suerte y lo que podría ser una situación propicia para las lluvias, se esfuma, volviendo el tiempo seco a casi toda España.

A medio plazo, las altas presiones dominarán buena parte de Europa en los próximos días. Se trata de todo un anticiclonazo. Un término que llevábamos sin emplear durante bastante tiempo, y que hubiéramos deseado no rescatar.

Anticiclón de bloqueo, o mejor: anticiclonazo de bloqueo

Tras las abundantes precipitaciones de nieve que se están registrando en los Pirineos, un anticiclonazo promete estabilizar la atmósfera en buena parte de Europa.

Cabía la posibilidad de que en esa posición, alguna DANA se colara por su flanco sur o este y esto a su vez, pudiera romper el anticiclón y atrajera a las borrascas atlánticas.

Pero dicha opción que sólo contemplaba GFS se ha desvanecido de los pronósticos y ahora todos apuntan a una nueva racha de tiempo estable.

Un señor anticiclonazo

Se trata naturalmente de un anticiclón de bloqueo que tenderá a asentarse sobre las Islas Británicas, con presiones que podrían rondar los 1045 hPa. Llegados a este punto, podríamos recordar que en enero de 2020, se estableció el récord de 1049,6 hPa en el Aeropuerto de Heathrow en Londres, UK.

Lamentablemente, los anticiclones de bloqueo sobre las Islas Británicas no son los más adecuados para que las borrascas se desvíen hacia la Península.

Una vez más, como viene siendo la tónica de los últimos meses, la tendencia inestable que mostraba un modelo en jornadas anteriores, ha desaparecido. Había esperanzas en que pudieran llegar borrascas desde el Atlántico, pero se han diluido cual azucarillo.

Esto significa que, en España, vamos a entrar en un periodo de estabilidad, por otra parte muy propio de esta época del año. Así entonces, habrá que seguir esperando para ver una situación más propicia para las lluvias generalizadas.

Presión atmosférica a nivel del mar

Los mapas como el que encabeza esta noticia, que sirven para colocar los centros de altas y bajas presiones en las diferentes regiones del Planeta, se realizan indicando la presión reducida al nivel del mar.

Es decir, una presión de referencia que habría en cada punto a una altitud de 0 metros sobre el nivel del mar.

La presión varía con la altitud

Si se indicara la presión atmosférica en función del valor registrado o previsto en cada punto geográfico, los mapas nos indicarían valores muchos más bajos en zonas con más altitud debido que la presión cae en condiciones normales de forma importante al ascender.

Por ejemplo, la presión atmosférica en un punto de los Pirineos, normalmente va a ser mucho más baja que el valor que marque un barómetro de la costa de Cataluña, pese a que hubiera una baja en las Baleares y altas presiones acusadas en la cordillera pirenaica (hipotéticamente).

Por ello los observatorios meteorológicos, al estar situados a muy diferentes altitudes, para poder comparar sus medidas, precisan usar una referencia común.

La solución es reducir su presión al nivel del mar, mediante el uso de fórmulas apropiadas que simulan la presión adicional que ejercería una columna de aire ficticia que se extendiese en vertical desde del en cuestión.

Y con la latitud

Además, la presión atmosférica también varía según la latitud. La menor presión atmosférica al nivel del mar se alcanza en las latitudes ecuatoriales. Ello se debe al abombamiento ecuatorial de la Tierra ya que la litosfera está más abultada en el Ecuador.

Récord de presión en el mundo

Como sabemos, la presión atmosférica media a nivel del mar, adoptada por convenio, es de 1013,23 milibares (mb).

Las borrascas traen consigo un descenso de la presión mientras que la estabilidad atmosférica provocada por los anticiclones supone un aumento de dicha variable.

El dato de presión atmosférica más alto medido más reciente fue de 1089,1 mb bajo la influencia de un potente anticiclón el 30 de diciembre de 2004, en Mongolia.

Sin embargo, es probable que este récord documentado por la Organización Meteorológica Mundial, fuese superando en fechas similares pero de diciembre de 2020.

En esa ocasión, también en Mongolia, se podrían haber alcanzado los 1094,3 hPa reducidos al nivel del mar.

Por el contrario, el valor más bajo del que se tiene referencia es el de 877 mb en el ojo del tifón Ida, 1958, estimándose que varios ciclones tropicales han podido bajar de esa cifra.