La banquisa ártica registra en estos momentos su peor estado, para un mes de julio, desde que existen datos oficiales sobre la superficie de hielo marino en el Polo Norte.
Según informa el National Snow & Ice Data Center, a fecha de 15 de julio de 2020 la capa helada era la más baja nunca registrada, probablemente como consecuencia de ola de calor siberiana registrada durante la primavera pasada de la que ya os hablamos en cazatormentas.com.
De esta forma, hay un déficit de hielo notable en los mares Laptev y Barents y la ruta del Mar del Norte parece estar casi abierta.
Solo 7,51 millones de Km2
El informe indica que el pasado 15 de julio de 2020 el hielo marino del Ártico tenía una superficie de tan solo 7,51 millones de Km2, un área que queda 330.000 kilómetros cuadrados por debajo del récord anterior, que data del año 2011.
Estado de la banquisa por zonas
Este dato tan pobre está causado principalmente por la escasez de hielo en los mares de Laptev y Barents, continuando el patrón que comenzó esta primavera.
Además, las concentraciones de hielo son bajas en el Mar de Siberia Oriental y también allí es probable que el hielo superviviente se derrita pronto.
Por el contrario, la extensión al norte de Alaska está cerca del promedio de 1981 a 2010 para esta época del año.
Es decir, un comportamiento desigual según las zonas pero que en el conjunto es bastante negativo.
Tasa de derretimiento
Durante la primera mitad de julio de 2020, la extensión del hielo marino disminuyó con una tasa de 146.000 kilómetros cuadrados por día, considerablemente más rápido que la tasa promedio de 1981 a 2010, que es de 85.900.
Otro dato que afectó al hielo marino es la temperatura del aire en la zona. Según los datos del NSIDC, la temperatura del aire al nivel de 925 mb durante la primera quincena de julio, fue inusualmente alta sobre el Océano Ártico central, con desviaciones positivas de hasta 10 ºC.
Estas temperaturas anómalas se asociaron con una zona extensa altas presiones a nivel del mar sobre los mares Siberia Oriental y Chukchi. Además, las temperaturas árticas a lo largo de la costa rusa fueron cercanas a ligeramente superiores a la media.
De esta forma, nos podemos enfrentar en septiembre al mínimo más bajo anual desde los años 1970 si no cambia la actual tendencia.
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