El bloqueo escandinavo y groenlandés no fueron suficientes

El bloqueo escandinavo y luego el groenlandés no fueron suficientes armas para desplazar al anticiclón mediterráneo hacia el sur, de forma que las precipitaciones que parecían aseguradas días atrás, se han quedado en las zonas más noroccidentales de la Península Ibérica.
La solidez de las altas presiones en el mediterráneo occidental ha impedido que las bajas presiones se acerquen a España de manera eficaz, quedando aparcadas en el Atlántico. Eso sí, durante la semana próxima, debemos asistir al paso de dos frentes de lluvias (martes-miércoles y sábado-domingo) sin los pronósticos aciertan.
Muchos nos preguntáis si es cierto que la dorsal africana está estos años más presente en nuestro entorno que a finales del siglo XX, por ejemplo.
Aunque no tenemos una estadística concreta, lo cierto es que ya hemos compartido en este espacio la existencia de diversos estudios de investigación que indican que el calentamiento global ha desplazado hacia el norte la circulación de las borrascas, fruto del ascenso de latitud de las altas presiones subtropicales y de la corriente en chorro.
Y el bloqueo escandinavo no fue suficiente
Este fin de semana hemos visto como en buena parte del país el frente de lluvias que debería haber dejado precipitaciones abundantes según los pronósticos de días atrás, finalmente ha sufrido un proceso de frontólisis y la mayoría de las bandas nubosas que ha arrastrado eran de tipo medio y alto.
La razón estriba en la no retirada del anticiclón mediterráneo, adosado a las altas presiones africanas, que ha impedido el avance de las bajas presiones atlánticas


Y eso que días atrás las anomalías de presión fueron muy altas en las latitudes polares, pero no ha sido suficiente.
Hoy domingo, aún permanece un anticiclón de 1.060 hPa anclado en Groenlandia.

Deben pasar un par de frentes esta semana
Si los pronósticos son certeros, dos frentes nubosos conseguirán pasar la barrera anticiclónica entre martes y miércoles y luego, entre sábado y domingo esta semana.
De esta forma, las lluvias pueden llegar al oeste y sur peninsulares con el primero de los sistemas frontales y quizás de forma más general, con el segundo de ellos.

En cualquier caso, salvo sorpresa, no se prevén lluvias importantes.
Las grandes borrascas, más hacia el norte por culpa del calentamiento global
Aunque no hay una evidencia irrefutable, lo cierto es que durante las últimas décadas estamos asistiendo al paso cada vez más al norte de las grandes borrascas en invierno en España.
Los principales temporales se están debiendo a la llegada de DANAs mientas que las borrascas afectan principalmente al Centro-Norte de Europa, viéndose beneficiada la fachada atlántica norte y cantábrica, solamente.
Varias investigaciones ven una relación directa entre el calentamiento global del planeta y el desplazamiento de la corriente en chorro hacia el norte, dado que los procesos que facilitan la formación de las borrascas están teniendo lugar cada vez más lejos de las latitudes ecuatoriales y los anticiclones subtropicales se extienden.
Así es, una y otra vez en las últimas semanas si mira uno los modelos ve frentes entrando por el Oeste dejando agua , y según llegan más o menos al Centro, se desintegran. Así una y otra vez. A partir del Sistema Central, el frente literalmente se esfuma. Otras veces, se ve un frente que intenta entrar desde el ATlántico y se queda frenado antes de tocar tierra, estático, detenido por un muro invisible: el anticiclón que no cede terreno ni termina nunca de irse. Este es e lnuevo paradigma al que hay que acostumbrarse. LO excepcional será ver a las altas presiones dejando espacio para que los frentes barran la Península de Oeste a Este. Y en esos breves periodos de tiempo cuando pasa, es cuando tenemos algunas rachas de lluvia que alivian un poco la sequia permanente. Y así vamos tirando de momento.
Un año más, suma y sigue, vivimos una sequía que en muchas regiones de España es peor que límite. Por ejemplo en Alicante, donde en el último año se han secado más de un millón de pinos (pino carrasco, adaptadísimo a la sequía), como consecuencia de una falta de humedad hiper-extrema y de un calor de ciencia ficción la totalidad del año. Un millón de pinos muertos en un solo año en una provincia que está literalmente exterminada en cuanto a sus ya raquíticos bosques tras los macroincendios del año 2.022 supone la entrada triunfal del Sáhara por la puerta grande. Vivir casi a 30 grados entre noviembre y marzo, y casi a 40 grados entre abril y octubre, y sin llover nunca, es lo que tiene. En el Sáhara no vive un solo pino. Con el clima de la última década, es normal que estén liquidándose los últimos bosques que quedaban sin arder. Pensemos, para más inri, que en los años 60 del siglo XX fue cuando se plantaron estos bosques, en los planes de reforestación masiva que tuvo lugar en España. Y arraigaron. Y los pinos crecieron y formaron bosques durante los 60, los 70, los 80, los 90, y los primeros 2.000. Ha sido a partir de los últimos diez años en que el clima ha colapsado de tal modo que ya no se parece en nada al clima mediterráneo bajo el que se plantaron y crecieron estos árboles. Dejo enlace a la noticia.
https://www.informacion.es/vega-baja/2025/02/15/sequia-extrema-calor-record-matan-pinos-millon-114327390.html
Esto ya es irreversible?
Hola José. De momento, no hay previsión de grandes temporales de lluvia, desgraciadamente.