Una empresa noruega pretende enfriar el agua para mermar la potencia de los huracanes
Debilitar los huracanes antes de que toquen tierra es el sueño del fundador y director ejecutivo de OceanTherm, Olav Hollingsaeter.
Este oficial de submarinos (retirado) de la Armada Noruega, trabaja en un proyecto que pretende enfriar grandes áreas de los océanos en las zonas de influencia para las costas más pobladas, con el objetivo cortar la energía que reciben los grandes huracanes.
Una idea que estaría, en principio, predestinada a prevenir la llegada de huracanes a la Costa Sur de Estados Unidos o a zonas cercanas de Cuba o México.
Debilitar huracanes enfriando el agua
A grandes rasgos la idea parece sencilla: impulsar las aguas frías del fondo del océano a las zonas más superficiales, desde donde los sistemas tropicales se alimentan toman su gasolina de la poderosa energía que almacena el agua, muy cálida en los meses de agosto a octubre principalmente.
OceanTherm propone instalar una tubería de forma permanente entre Florida y Cuba, o a través del Canal de Yucatán desde Cuba hasta México.
Para lograrlo bombearía aire comprimido desde el fondo marino, generando burbujas de aire que harían ascender las aguas profundas frías a la superficie.
Y ellos no lo ven complicado pues indican que su compañía ha ejecutado sin problemas técnicos un gasoducto bajo el agua que bombea gas desde Noruega a Inglaterra.
Ellos han utilizado en Noruega tuberías submarinas que arrojan burbujas en puertos y fiordos durante décadas por la razón opuesta: envían agua más caliente a la superficie más fría para evitar el hielo.
Para muchos científicos, es una propuesta absurda
¿Y qué opina la comunidad científica? Muchos científicos califican este plan como una idea descabellada más en el campo de la modificación del clima, destinada a ser archivada junto con todas las otras sugerencias sin concretar que la NOAA ha presentado durante los últimos años.
Desde el organismo estadounidense, Frank Marks, director de la División de Investigación de Huracanes del Atlántico de la NOAA, dijo en la prensa de Tampa que los planes para enfriar la superficie del océano no reconocen que el océano es solo una parte de una compleja ecuación de formación de huracanes que también involucra a la atmósfera de arriba.
Es decir, faltaría la otra mitad del problema por solucionar.
Más ideas peculiares para lugar contra los huracanes
A la NOAA llegan múltiples proposiciones para modificar el clima: arrastrar icebergs hacia el golfo, crear a propósito manchas de petróleo en el camino de una tormenta, usar aviones para descargar nitrógeno líquido sobre un huracán desde arriba, ventiladores gigantes para alejar un huracán, etc.
De manera más seria, sí se tiene constancia de que el gobierno de Estados Unidos intentó sembrar en el seno de los huracanes hielo seco o yoduro de plata durante décadas, pero los resultados no fueron los esperados.
Hace aproximadamente una década, Bill Gates y el científico climático Ken Caldeira de la Universidad de Stanford estuvieron entre los que presentaron una patente para bombas de flotación libre que podrían forzar la salida de agua más fría a la superficie, aunque no ha resultado nada.
Argumentos en contra
Entre los argumentos en contra del plan de la compañía noruega, Allison Wing, científica atmosférica de la Universidad Estatal de Florida, explica que enfriar una franja de océano lo suficientemente grande como para suprimir un huracán de 300 millas de ancho, si fuera realmente posible, podría tener consecuencias no deseadas.
La alteración del clima podría generar sequías en unas zonas y la intensificación de las lluvias o de los huracanes que se forman en otros lugares.
A su juicio, aunque existen esfuerzos de investigación legítimos sobre este tema, hay que sopesar bien las ideas, tener en cuenta que cambiar el clima en un lugar afectaría a otras regiones.
La empresa no se rinde
Pero no pensemos que esta compañía se va a rendir. Actualmente trabajan en un programa piloto de dos años que combinará el modelado por computadora y las pruebas reales en aguas del Golfo.
OceanTherm tiene prevista una inversión de 550 millones de dólares para instalar un sistema permanente, como uno que va de México a Cuba.
Y estiman que un sistema móvil que dependería de una flota de barcos, costaría entre 100 y 300 millones de dólares al año.
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