Europa vive un invierno de escasez de nieve debido a las profundas anomalías en el patrón de circulación atmosférica a nivel de todo el Hemisferio Norte, ocurridas desde que comezó la estación.
En el foro de debate se ha abierto un hilo de discusión al respecto, con mayor aporte de datos, documentación e información. Anímate a participar.
La figura que encabeza esta noticia proporciona información de la cobertura de nieve y hielo existente actualmente (a día 15 de enero) sobre Eurasia.
Así, es posible observar que la superficie cubierta por el blanco meteoro dentro de Europa no es muy extensa y, según datos que se muestra en el hilo del foro indicado arriba, esta superficie está por debajo de la media de lo que sería normal a estas altura de la estación.
Norteamérica, mientras ha vivido una de las olas de frío más intensas de su historia, con valores récords de temperaturas mínimas en algunos observatorios, en Europa se ha vivido en términos generales un ambiente más cálido de lo normal.
Sirva como ejemplo esta figura, que muestra la anomalía media de temperatura superficial del suelo entre el 1 y el 7 de enero, elaborado a partir de los datos obtenidos por el Espectro Radiómetro de Imágenes de Resolución Moderada (MODIS) instalado a bordo del satélite TERRA de la NASA.
Los colores rojizos representan anomalías positivas, con desviaciones por encima de los +10ºC, en los tonos más intensos, teniendo lugar por los países de centro de Europa.
Ojo, es necesario destacar que se está hablando de la temperatura superficial del suelo, y no de la temperatura del aire, aunque ambos parámetros están íntimamente relacionados.
Esta figura no deja lugar a dudas sobre las desviaciones positivas. Corresponde al periodo 5 – 11 de enero, y se trata de la desviación de la temperatura del aire. Las desviaciones son muy importantes, especialmente cuanto más al este de Europa nos desplacemos.
A pesar de que el tiempo ha sido más cálido de lo normal, no es necesario recordar que también ha sido muy inestable, especialmente en la zona occidental, con la llegada de varias borrascas atlánticas extraordinariamente profundas, que han provocado enormes temporales de lluvia y de viento.
La consecuencia última de estas anomalías es la escasez de nieve, que incluso hace peligrar a los Juegos Olímpicos de Invierno a celebrar en Sochi, Rusia.
Estas anomalías en los patrones de circulación atmosférica a gran escala tienen una gran relación con el comportamiento del vórtice polar en la Estratosfera, cuyo análisis también se discute en el foro de debate.
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