Los records de los huracanes Odile y Edouard. Aunque situados en cuencas oceánicas distintas, y también mostrando notables diferencias de intensidad, ambos huracanes han producido cambios en las estadísticas de sus respectivas cuencas que son dignos de destacar.
La imagen que encabeza esta noticia, correspondiente con el canal infrarrojo, muestra a ambos huracanes en perspectiva, el pasado 14 de septiembre de 2014, a las 12 UTC.
Gran huracán Odile, categoría 4, impactando en Baja California Sur.
En el foro de debate encontrarás el seguimiento realizado sobre Odile.
Odile llegó a ser un poderoso huracán de categoría 4 en la escala de Saffir Simpson, con vientos sostenidos de 135 mph, 217 km/h, y una presión mínima estimada en su centro de 941 hPa.
La impresionante imagen superior era adquirida por la instrumentación VIIRS del satélite Suomi NPP el pasado 14 de septiembre.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Florida, el gran huracan Odile hizo impacto en Cabo San Lucas alrededor de las 04:45 UTC del 15 de septiembre, con una intensidad de 110 KT, vientos sostenidos de 200 km/h, justo por debajo del umbral mínimo de vientos necesario para su clasificación como categoría 4.
A pesar de todo, Odile se convierte en el huracán más intenso en golpear el extremo de Baja California Sur, casi en igualdad de condiciones con el gran huracán Olivia de octubre de 1967. Las diferencias que les separa es que el segundo se fortaleció en aguas del Golfo de California, impactando con una intensidad de vientos casi idéntica en la costa este de la península californiana.
Gran huracán Edouard, categoría 3, en aguas centrales del Atlántico Norte.
En el foro de debate podrás encontrar el interesante seguimiento realizado sobre Edouard.
Edouard alcanzó ayer la categoría 3 en la escala de Saffir Simpson, con vientos máximos sostenidos de 115 mph, 185 km/h, y una presión mínima central estimada de 955 hPa.
Se convirtió en el primer «major» o gran huracán desde el gran huracan Sandy de la temporada de 2012.
Solamente ha sido capaz de ostentar esta categoría durante unas pocas horas, debido a un ambiente más hostil en su camino hacia las Islas Azores, con aguas superficiales más frías y un incremento notable de la cizalladura vertical del viento, al ir quedando embebido en la Corriente General del Oeste.
Sin embargo, en las últimas horas, Edouard parece estar resistiéndose a sucumbir, ya que la convección que conforma la pared del ojo se ha hecho más gruesa y más fría, además de observarse una contracción del ojo, lo que sin duda clama a una reintensificacion, aunque sea fugaz.
Quizás un aumento de la inestabilidad sobre el ciclón, por la advección de aire más frío en altura, lo que se viene a denominar inestabilidad baroclina, esté siendo el responsable de esta última reintensificación.
El huracán todavía se está moviendo sobre aguas anormalmente cálidas, tal como se observa en la figura superior, pero pronto pasará a aguas que, además de frías, lo están más de lo normal en el entorno de las Azores.
Esto solo puede significar una cosa: continuidad del proceso de debilitamiento del huracán, que aunque está previsto que se mantenga como tal durante el próximo día o dos, es posible que se debilite antes, o que realice una transición extratropical más prematuramente.
A pesar de todo, la vigilancia sobre el ciclón se va a mantener, dado que entra en una fase en que no se pueden descartar comportamientos imprevisto, de la experencia con ciclones tropicales similares anteriores.
¿Tendrá efectos sobre nuestro país? En principio, no. Pero observaremos una posible absorción de sus restos por las bajas presiones entre Azores y la Península Ibérica.
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