Pocos temas suscitan tanto interés entre los aficionados y científicos que abordan temas relacionados con la evolución del clima en el futuro próximo como la desaceleración de la Circulación Meridional Atlántica (AMOC, por sus siglas en inglés).
Si hace unas semanas compartíamos con vosotros un estudio de investigación que restaba importancia tanto a la perturbación de dicha corriente como a las posibles consecuencias que podría traer para el clima mundial, hoy nos hacemos eco de otro nuevo trabajo que va en un sentido opuesto.
La Circulación Meridional Atlántica
La Circulación Meridional Atlántica se trata de una corriente vital para la regulación del clima de la Tierra ya que transporta el agua caliente de la superficie de las latitudes altas, donde calienta el aire y posteriormente se hunde y vuelve hacia zonas ecuatoriales.
Es responsable, por ejemplo, de que en España gocemos de un clima bastante más suave que otras regiones del Planeta situadas a nuestra misma latitud.
Un nuevo estudio al respecto
Wei Liu, de la Universidad de Yale, autor principal del nuevo trabajo, ha hecho público un nuevo trabajo acerca de la posible evolución de esta corriente y sus consecuencias en el clima del Planeta.
Según el investigador, los modelos actuales, el AMOC está simplificada sesgadamente para estar en un régimen estable mientras que siguiendo un modelo climático corregido realizado por este científico, se llega a la conclusión de que se produciría un colapso de AMOC en el futuro con un notable enfriamiento del Atlántico Norte y las áreas cercanas.
El colapso de la AMOC
En el modelo climático desarrollado de Liu el colapso de la AMOC enfriaría el Océano Atlántico Norte con la consiguiente propagación del hielo marino del Ártico y el desplazamiento de los cinturones tropicales de lluvias del Atlántico más al sur.
Aunque comparar los efectos reales con lo visto en la película de ciencia ficción ‘El día de mañana’ está lejos de la realidad, esas consecuencias se podrían desarrollar de forma más lenta, durante los próximos siglos, de producirse tal colapso.
Esta gráfica muestra el Índice de Fuerza de la Circulación de Retorno en el Atlántico (AMOC) calculado a partir de la temperatura en el Atlántico Subpolar menos la temperatura media en el Hemisferio Norte. Más información aquí.
Para Liu y sus colaboradores, es esencial recabar una información más detallada de la salinidad del agua, la temperatura del océano y el hielo de fusión-durante un período de décadas para aumentar la precisión de los modelos predictivos de la AMOC.
En este sentido, los investigadores también le dan mucha importancia al impacto que el cambio climático tiene en los patrones AMOC: el dióxido de carbono adicional, por ejemplo, calienta el agua fría del Atlántico Norte.
Referencia: http://news.yale.edu/2017/01/04/study-finds-potential-instability-atlantic-ocean-water-circulation-system
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